Soborno y Conspiración: detalles del ascenso de JOH en el narcotráfico

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Las acusaciones contra el expresidente Juan Orlando Hernández revelan que usó su poder para proteger a los principales narcotraficantes de Honduras, además recibió sobornos millonarios y se coludió con criminales para el trasiego de drogas.

Los relatos sobre las reuniones, acuerdos, pagos multimillonarios e incluso fiestas que el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), mantuvo con narcotraficantes confesos o extraditados constituyen parte de las pruebas en poder de la fiscalía del distrito sur de Nueva York.

La fiscalía sostiene la acusación por los cargos de conspirar para el tráfico de drogas y armas hacia Estados Unidos.

A lo largo del juicio contra JOH van apareciendo numerosas piezas probatorias relevantes para el juicio, tales como incautaciones de armas de fuego, dinero en efectivo y «narcolibretas», registros contables de drogas atribuidos a Nery López Sanabria, alias «Magdaleno Meza», donde el expresidente y su hermano son mencionados.

 Sus primeras andanzas en el terreno del narcotráfico 

JOH inició su trayectoria política en 1998, ascendiendo gradualmente en el Partido Nacional de Honduras; eventualmente se convirtió en presidente de dicho partido, diputado por el Departamento de Lempira, posteriormente presidente del Congreso Nacional antes de convertirse en Presidente de Honduras en dos períodos, uno de ellos de manera ilegal debido a la prohibición constitucional de la reelección, implementada en 2012.

Diversas etapas de la vida política de JOH revelan cómo supuestamente consiguió a través del narcotráfico para financiar sus campañas electorales.

Las pruebas anticipadas indican que los sobornos empezaron desde 2005, provenientes de Víctor Hugo Diaz Morales («El Rojo»), a cambio de información privilegiada sobre los operativos anti-narcóticos.

Víctor Hugo, alias El Rojo.

El narcotraficante hondureño Víctor Hugo Díaz Morales aseguró en el juicio que se le realizó en Nueva York que en 2009 pagó 100 mil dólares en sobornos para la elección a la presidencia de Honduras de Porfirio Lobo, y la reelección de JOH como diputado.

Los documentos también revelan que Víctor Hugo trabajó junto a Tonny Hernández en el envío de 140 mil kilogramos de cocaína a Estado Unidos. Además, se le adjudica el asesinato de 18 personas.

A medida que JOH ganaba más poder más se asociaba a otros narcotraficantes.

Los sobornos siguieron. JOH y Porfirio Lobo Sosa trabajaron juntos en sus campañas para llegar, el primero a ser el presidente del Congreso Nacional y Lobo de la Presidencia de la República y en ese entonces se asegura que usaron 2 millones que les entregó Alexander Ardón (CW-1), alcalde del municipio de El Paraíso, Copán.

Dentro de la negociación Ardón, poderoso narcotraficante de la zona noroccidental, además de seguridad para el tráfico de drogas exigió el nombramiento de su hermano dentro del gobierno, es así como, Hugo Ardón fue nombrado jefe del Fondo Vial, con el fin de que el Estado le otorgara contratos de construcción de carreteras a una empresa de fachada que crearon para el lavo del dinero del narco.

Entre los años 2010 al 2012 Alexander Ardón y Tony Hernández, hermano del expresidente, trabajaron juntos traficando con drogas. Se estima que entre dos o tres cargamentos de cocaína fueron enviados a Estados Unidos usando helicópteros, aviones y caminos, todo protegido desde las máximas autoridades del Estado de Honduras.

En los extensos documentos en posesión de la fiscalía de Estados Unidos que están siendo revelados en el juicio contra JOH, narcotraficantes confesos o extraditados aseguraron que mantuvieron negocios o dieron en soborno millonarias cantidades al expresidente y su hermano Tony Hernández a cambio de protección para garantizar el negocio de importación de cocaína.

Sus principales socios y aliados:

Alexander Ardón, exalcalde del municipio de El Paraíso, Copán, jugó un papel crucial en la zona fronteriza con Guatemala, donde el narcotráfico prosperó. Su proximidad geográfica resultó beneficiosa tanto para grupos criminales nacionales como internacionales.

Ardón fue alcalde de El Paraíso desde 2006 hasta aproximadamente 2014, período en el que consolidó nexos con figuras importantes del mundo del narcotráfico.

En el interrogatorio en el juicio contra JOH, el exalcalde reconoció que su triunfo en las elecciones municipales se dio mediante fruade y por las conexiones que mantuvo con reconocidas figuras políticas.

El exfuncionario confirmó que sostuvo una reunión con el expresidente Porfirio Lobo Sosa, con quien negoció un acuerdo corrupto para garantizar protección a sus cargamentos de droga. La reunión con Pepe Lobo se dio en 2008 en un helipuerto de San Pedro Sula, al norte de Honduras, donde negociaron la entrega de 2 millones de dólares a cambio lograr que JOH se convirtiera en presidente del Congreso Nacional.

Ardón también coordinó junto a otras partes, como Los Valle y Tony Hernández, la prestación de servicios de seguridad al líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, en operaciones realizadas en Occidente de Honduras.

Entregó fondos destinados a respaldar la campaña electoral de Juan Orlando Hernández (JOH): 2 millones de USD en 2009 y 1.5 millones de USD en 2013, ambos montos a cambio de protección contra la extradición y el enjuiciamiento.

Entre 2012 y 2013, pagó varias cantidades –entre 50 mil y 300 mil USD– a cambio de seguridad en el transporte de cocaína, coincidiendo con el período en que JOH ejercía como presidente del Congreso Nacional y Pepe Lobo fungía como presidente de la República.

Alexander Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán, testimonio clave en el juicio contra JOH.

Reunió a representantes del Cartel de Sinaloa, «El Chapo,» con fines de obtener protección para el tráfico de drogas desde la frontera con Nicaragua, comprometiéndose a impedir la extradición mediante su influencia política.

Ardón fue pieza clave para la consolidación de la red de contactos y transacciones llevadas a cabo por individuos ligados al narcotráfico y a altos personeros políticos en Honduras. Varios años después, también es clave en el juicio de su socio JOH, a quien con tu testimonio podría lograr que lo condenaran mínimo 30 año hasta una cadena perpetua.

Geovanny Fuentes. Fue en el 2011 que JOH se asoció con este narcotraficante capturado por Estado Unidos. Ese mismo año mediante operativo en el municipio de Choloma, Cortés se allanó el narcolaboratorio de Fuentes en el municipio de Choloma, sector Jutosa, montaña El Merendón. Para protegerlo el presidente JOH se reunión con el magistrado Julio Barahona, exintegrante del Consejo de la Judicatura, para impedir que fuera llevado a la justicia.

Los negocios entre Fuentes y JOH continuaron consolidándose hasta el año 2020 cuando Geovanny Fuentes fue detenido en Miami. Durante la audiencia de sentencia contra el narcotraficante en un tribunal de Nueva York, los fiscales dijeron que JOH recibió cajas llenas de efectivos en varias ocasiones e incluso en 2019, cuando era presidente.

En el actual juicio que se realiza ahora en febrero 2024, contra JOH, uno de los testigos, “El Contador”, empleado de la empresa Graneros Nacionales propiedad del empresario Fuad Jarufe Larach, vinculada con Fuentes, aseguró ante el Tribunal que su patrón sostuvo varias reuniones con el expresidente, incluso en una ocasión se le entregó una caja llena de billetes de a 20 dólares.

José Sánchez, alias “El Contador”, también sirvió de testigo de la Fiscalía en otros juicios por narcotráfico de impacto en Honduras.

Los Rosenthal. Se revela que en 2013, Juan Orlando recibió dinero de Yankel Rosenthal y Carlos Lobo, este último narcotraficante hondureño que trabajó con el cartel de Sinaloa.  En ese momento el sobornó fue de 25 mil dólares para la campaña electoral.

JOH nombró como ministro de Promoción de Inversiones a Yankel. Las negociaciones también abarcaron al expresidenciable Yani Rosenthal, declarado culpable en 2017 del delito de blanqueo de capitales.

Los Cachiros. La documentación en poder de la Fiscalía asegura que la agrupación delictiva Los Cachiros junto al diputado por el departamento de Colón, Oscar Nájera estuvieron reunidos aprovechando el cumpleaños de un familiar de Pepe Lobo, momento y lugar donde acordaron apoyar con 300 mil lempiras la campaña de JOH.

Juan Orlando y su hermano Tony trabajaron con Los Cachiros. La situación fue poniéndose tensa cuando el 2013, la OFAC (oficina del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos) designó a la agrupacion bajo la Ley Kingpin. Tiempo despues Devis Leonel y Javier Rivera Maradiaga, principales líderes de cartel comenzaron a coloborar con EEUU, iniciando filmaciones en video y audio donde JOH recibía sobornos, videos que fueron utilizadas en los ultimos juicio de narcotraficantes hondureños.

Juan Carlos «El Tigre» Bonilla. Trabajó en la Policía Nacional de Honduras durante tres décadas, desde 1985 hasta 2016. De 2012 a 2013 ocupó el puesto de jefe regional en zonas occidentales, incluyendo los departamentos de Copán y Ocotepeque. Se probó que mató a pedido de Alexander Ardón y Tony Hernández a uno de sus rivales, que estaba obstaculizando el contrabando de drogas hacia Guatemala.

Juan Carlos Bonilla, exjefe regional de la Policía y ex Secretario de Seguridad se declaró culpable por conspiración para traficar con drogas. 

También quedó patente que JOH incentivaba ascensos dentro de la fuerza policial a cambio de protección a cabecillas del narcotráfico o encargos letales. Durante 2013, «El Tigre» Bonilla presuntamente supervisó la recepción de unos 800–850 kg de cocaína en una pista clandestina ubicada en el Departamento de Yoro, siendo parte habitual de favores similares otorgados cuando ejercía como alto funcionario policial.

Declive del Clan Hernández Alvarado

Las denuncias contra Tony Hernández comenzaron a partir de 2016. Los medios de comunicación nacionales empezaron a reportar las acusaciones dirigidas hacia el hermano de JOH.

Esta situación llevó al expresidente a distanciarse de su hermano, ya que en ese momento buscaba postularse nuevamente para la presidencia en 2018 mediante alteraciones constitucionales. Durante ambos procesos electorales, supuestamente utilizó fondos provenientes del narcotráfico para consolidar su permanencia en el cargo.

Un punto crucial en el descenso del clan Hernández Alvarado ocurrió en junio de 2018, cuando la Policía Militar arrestó a Nery López Sanabria, un conocido narcotraficante hondureño, quien portaba diversas armas de fuego, $200,000 USD, dos autos y —lo más revelador— libros de contabilidad donde figuraban las iniciales tanto de JOH como de TH. Una hoja particularmente incriminatoria datada el 27 de octubre de 2018 indicaba el despacho de 650 kg de cocaína vinculados a Tony Hernández y 490 kg atribuidos a JOH.

Según dichos registros, habrían obtenido pagos totales equivalentes a casi cinco millones de dólares estadounidenses por cerca de 9 toneladas métricas de droga. Cuando estas pruebas salieron a la luz en noviembre de 2018, Tony Hernández enfrentó cargos por narcotráfico y tenencia ilícita de armas. Posteriormente, en 2019, fue sentenciado a 30 años de prisión junto con cadena perpetua.

Antecediendo a futuros problemas judiciales, se afirmó que JOH intentó prevenir su eventual extradición entre 2021 y 2022, pero sin éxito.

Los hermanos Hernández Alvarado construyeron una telaraña criminal que no sólo garantizaba seguridad para las actividades de narcotráfico a cambio de sobornos, sino que también entraron directamente en el comercio de sustancias prohibidas, transformándose en poderosos líderes delictivos respaldados por todas las ramas gubernamentales para salvaguardar sus crímenes y preservar la correspondiente impunidad.

En la actualidad el juicio contra JOH continúa en una corte estadounidense. Los primeros testimonios de la fiscalía revelan como se usó la institucionalidad pública para la protección de los grandes capos de la droga, incluido el propio “El Chapo” Guzman.

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