
Hoy Centroamérica dice adiós a una figura presente en los últimos 50 años de una historia marcada por golpes de Estado, asesinatos y crisis. Su voz profética se manifestó en su capacidad de escucha y diálogo. José María Tojeira, más conocido como “Chema Tojeira”, fue un jesuita cuya capacidad intelectual solo se iguala a su cercanía con los más pobres.
Nació en Vigo, España, en 1947. Llegó a Centroamérica en 1969, donde conoció la vida parroquial en las aldeas pobres de Honduras, país al que fue destinado. En 1976 fue nombrado director de Radio Progreso y, cuatro años después, en 1980, fundó el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC-SJ.
En 1985 fue enviado a El Salvador y asumió el cargo de Provincial de los jesuitas de Centroamérica entre 1988 y 1995. Allí vivió en primera persona el asesinato de sus compañeros y el de Elba y Celina, y lideró el proceso legal contra los autores materiales e intelectuales del crimen. Fue rector de la Universidad Centroamericana (UCA) desde 1997 hasta 2010.
“Era fuerza profética de fe y justicia, cargado de humanismo”, así lo describe el padre German Rosa, SJ, actual director de Radio Progreso y del ERIC. Afirma que Tojeira fue un hombre que iluminó la realidad de un país y una región que vivían bajo una doctrina de seguridad nacional que produjo violaciones a los derechos humanos y desapariciones forzadas. Le tocó vivir las tensiones de esos momentos, pero “fue un hombre de gran riqueza humana que dio luz y trabajó desde el compromiso de fe y justicia en la región”, dice el padre Rosa.
German Rosa, SJ, conoció a Chema en 1983 cuando fue superior de los jesuitas en Honduras. “Fue consultor de provincia, una figura pública reconocida por su trabajo acompañando la realidad hondureña y salvadoreña. En El Salvador, se destacó por dar seguimiento a los acuerdos de paz firmados, apostando por una iglesia que promovía el diálogo entre el Ejército, el gobierno y los integrantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN. Fue un constructor de paz y justicia”, afirma el actual director de Radio Progreso y ERIC.
En una entrevista reciente concedida a una revista que cubre la información de la Compañía de Jesús en España, Chema Tojeira dijo: “Me dejo llevar por la vida. Estoy contento de vivir y de haber vivido lo que he vivido. Siento alegría y consolación. Estoy contento. También reconozco mis fallos y mis problemas, pero ahí vamos, siempre confiando en la misericordia de Dios”.
Para German Rosa, SJ, la partida de Chema Tojeira es una gran pérdida para El Salvador y Centroamérica, pues se perdió una voz autorizada y crítica para denunciar, pero sobre todo para proponer soluciones a las crisis de la región. “Él era una voz profética en El Salvador. Podía decir sus verdades al presidente Bukele, denunciar las injusticias, pero también era un hombre de diálogo, escucha, análisis y propuestas”.
José María Tojeira, con sus actos, mostró el rostro evangélico y humano de Jesús, concluye German Rosa, SJ.