Miércoles, 10 septiembre 2025  

Septiembre en Centroamérica

En este mes de septiembre nuestros diminutos países centroamericanos, nos unimos en una fecha común de memoria de una independencia y soberanía no solo inciertas e inconclusas sino ausentes. Con una enorme riqueza en biodiversidad, somos una de las zonas con ingresos más desiguales del planeta. Aquí no es extraño encontrarse con una persona que tiene de ingreso diario diez mil o veinte mil dólares y a la par decenas de miles de personas con un ingreso de uno o dos dólares. Y todo bajo el “hermoso” amparo del Estado de Derecho y la democracia.

Las multinacionales se pasean como Pedro por su casa, pujando por garantizar una legislación que privatice todos los bienes naturales y públicos, justamente en la misma zona en donde se criminaliza a la juventud por un pinche tatuaje o por vivir en una zona marginal. Su gente –unos 50 millones de personas de acentos varios–, tiene sus propias lenguas, tradiciones y verdades. Pero también es una zona cargada de riesgos, por la vulnerabilidad ambiental, pero también por su vulnerabilidad social, institucional y criminal. El Estado de Derecho es factor de disputa entre las redes criminales. Es zona con Arriagada histórica de caudillos, con caballos y botas de vaquero o botas de militar.

El golpe de Estado ocurrido en Honduras el 2009 recordó de un tajo que eso de hablar de democracia es una retórica que solo es alimentada por quienes convocan a elecciones para legitimar autoritarismos y garantizar privilegios de élites.  Eso sí, en septiembre no pueden faltar los colores de la bandera, los discursos patrióticos y el rataplán de los tambores.

Con todas esas limitaciones, la población centroamericana soñamos con una región sin fronteras políticas, pero con justicia social. Soñamos con trabajar, estudiar, divertirnos, vivir y morir dignamente en nuestro territorio. Somos gentes que amamos nuestra tierra, pero la queremos en plenitud de soberanía.

Soñamos con una Centroamérica en donde construyamos democracias no solo políticas sino económicas, sociales y culturales, en donde la gente no se vea obligada a emigrar hacia otros países. Nadie en Centroamérica quisiera huir por razones económicas o de seguridad. Toda su gente quiere vivir con dignidad aquí, y con esa misma dignidad salir libremente a recorrer el mundo por el gusto de pasear o conocer otras realidades y culturas.

Soñamos con una Centroamérica sin oligarquías y sin esas feroces alianzas entre élites oligárquicas y transnacionales. Soñamos con una economía que acorte las distancias entre los seres humanos porque la diferencia de ingresos deja de ser abismal. Y soñamos con elecciones que garanticen democracias participativas y no elecciones para legitimar caudillos.

Soñamos con una Centroamérica Independiente de miseria y esclavitud, de militarismo y narcotráfico, del patriarcado y de todo tipo de dominación y opresión. Soñamos con una Centroamérica Libre de violencia, corrupción, impunidad y desigualdades. Soñamos con una Centroamérica que construye Soberanía frente a los países ricos del norte y de sus multinacionales, y ejerce soberanía sobre sus bienes naturales y en donde toda su gente es soberana porque decide desde lo que piensa, quiere, añora y construye en armonía con los derechos de los demás y de la naturaleza.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra


Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net