

¿Hay Propuestas?
En cualquiera de las circunstancias en las que vivimos y sin importar campañas que nos induzcan al miedo o a la distracción, hemos de ejercer el sufragio el día 30 de noviembre próximo. Y cada uno de nosotros estamos llamados a aportar civismo para que ese día sea una fiesta nacional. La consigna es general: el 30 de noviembre, todos a ejercer nuestro derecho electoral.
Hasta ahora, los partidos políticos y sus candidaturas han salido a las calles con sus banderas y sus consignas, con sus gritos y sus bullas, pero sin contenidos sustanciosos. La algarabía y el bullicio están por encima de la responsabilidad de presentar propuestas que comprometan a las diversas candidaturas.
Algunos partidos hasta se molestan cuando se les dice que no tienen propuestas. Y unos dicen que en unos días las darán a conocer. Y así pasa el tiempo y lo que tenemos son vagas ofertas que vociferan los distintos candidatos, pero sin datos que conduzcan a propuestas que nos lleven a estudiarlas para decidir nuestro voto.
Proliferan los insultos, ataques, descalificaciones, el morbo, las preferencias sexuales y hasta los feos o bonitos de los rostros y vestimentas. Con eso se despiertan pasiones, pero sin sustento. De las tres candidaturas que tienen opciones de triunfo, las dos tradicionalistas son una oposición ciega y destructora y repleta de inutilidad.
De la candidatura del oficialismo, se observa mayor cordura y coherencia en el discurso, avanza hacia propuestas, pero nunca ha salido del círculo de la militancia partidaria. Habla a un supuesto pueblo, pero sin salir del reducido pueblo partidario, dejando así en el limbo sus propuestas. Falta todavía poner los pies en la tierra.
Los tres partidos debían dar cuenta de propuestas a los grandes conflictos acumulados a lo largo de muchas décadas. Qué políticas públicas proponen de cara al conflicto agrario, si habrá propuesta de reforma agraria o seguiremos tapando el sol con bonos tecnológicos y con comisiones creadas para pasar el rato, dejando intacta toda esa conflictividad.
Qué políticas públicas proponen para afrontar la aguda y creciente conflictividad ambiental, que actualmente tiene en altísimo riesgo a los ambientalistas y defensores de ríos, montañas y minerías. O qué políticas públicas para hacer frente a la demanda de justicia ante la corrupción, la impunidad y defensa de derechos humanos. ¿Retomarán la propuesta de instalar una CICIH?
En fin, la demanda a los partidos políticos es a salir de sus consignas, gritos, insultos y descalificaciones. Este nuestro país demanda propuestas de fondo, y esas propuestas son las que esperamos que nos las compartan como su verdadera carta de presentación. Lo demás, es asunto para distraer a los incautos. Y en Honduras, no toda la sociedad es incauta e ingenua.