| Martes, 12 agosto 2025 |  |
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La complicidad internacional frente al genocidio contra el pueblo palestino
El mundo asiste, impasible, a uno de los crímenes más atroces del siglo XXI: el exterminio sistemático del pueblo palestino por parte de Israel, con el respaldo político, militar y económico de Estados Unidos y la complicidad vergonzosa de Canadá, la Unión Europea y otros Estados occidentales.
Mientras Gaza es reducida a escombros y sus niños, niñas y mujeres son masacradas con bombas, hambre y enfermedades, la mal llamada comunidad internacional mira hacia otro lado o en el mejor de los casos emite tibias declaraciones que no sirven de nada.
Lo que ocurre en Palestina no es una guerra, es un genocidio televisado que no empezó en octubre de 2023, sino hace más de 60 años. Las imágenes de cuerpos mutilados, hospitales y escuelas destruidas, y familias enteras desaparecidas llegan a cada rincón del planeta, pero la indignación no se traduce en acciones concretas.
Los gobiernos occidentales, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, autoproclamados defensores de los derechos humanos, son cómplices activos: financian a Israel, bloquean resoluciones en la ONU y silencian las voces que denuncian esta masacre. La deshumanización no sólo la practican los verdugos, sino también quienes, desde su indiferencia, normalizan el horror.
Por eso también es terrible la pasividad de una sociedad global hiperconectada, pero alienada, capaz de viralizar un meme en segundos, pero incapaz de salir a la calle con la fuerza suficiente para presionar a los gobiernos a aplicar sanciones, embargos y ruptura de relaciones con el Estado genocida de Israel.
La historia juzgará a los perpetradores y a los cómplices de esta barbarie, pero también a quienes, en este momento decisivo, eligen mirar para otro lado y justificar el genocidio en nombre de Dios. Exigir el fin de esta masacre es simplemente una cuestión de humanidad.
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