

El oficio de despertar
En nuestra Honduras, vivir adormecido es lo más estable. Y lo más incómodo y desestabilizador es despertar. El asunto no es dormir, porque adormecidos hemos pasado por largo, largo tiempo. El asunto está en despertar. Hay personas y grupos cuyo oficio es mantener adormecida a la gente. Son los adormecedores. Su oficio no es solo adormecer. Es impedir que la gente despierte.
Los adormecedores hacen creer a la gente que no está adormecida, y buscan que nunca sienta la necesidad de despertar, que estando dormida crea que está despierta. A la gente se le adormece para que se trague como ciertos los discursos e informaciones que escucha, lee y observa en los medios de comunicación, redes sociales, sermones. Promesas de campaña y análisis que se divulgan.
A la gente se le adormece para que se quede embelesada viendo partidos de fútbol, y hasta se pelee por ellos, sin darse cuenta que son un negocio, un somnífero para que olvide sus angustias. El fútbol duerme, y sus propietarios son expertos en adormecer.
A la gente se le adormece para que se trague el proselitismo politiquero y se deje arrastrar por discursos que endulzan y ocultan la miseria de sus contenidos. La gente se deja adormecer y queda babeando ante quien le promete soluciones, le regala una canastita y se toma fotos para el facebook. La gente se queda adormecida en esa pesadilla proselitista para que parezca un sueño celestial.
El oficio de adormecer lo ejercen los medios de comunicación corporativos, las iglesias bullangueras, superficiales y manipuladoras de la conciencia, los dirigentes de los partidos políticos, los manipuladores del fútbol, los empobrecedores de la sociedad con sus políticas económicas. Y la política de miedo y terror adormece a la gente porque la paraliza.
Y también ejercen el oficio de adormecedores los falsos dirigentes sociales que encerrados en una burbuja de seguridades, creen que interpretan a la gente sin mojarse en sus realidades de angustia. Hay mucha gente adormecida, y un buen puñado de adormecedores.
¿Qué es de lo que más carecemos? Sin duda de auténticos despertadores sociales, populares y espirituales. Un pueblo adormecido será siempre víctima y engañado. Solo el despertar de la gente conducirá a descubrir a sus adormecedores. Necesitamos hombres y mujeres que despiertos de su sueño de engaños, ejerzan el más necesario de todos los oficios: desenmascarar a los que ejercen el oficio de adormecedores al tiempo que despertar al adormecido pueblo hondureño. El despertar de nuestro pueblo es, sin duda, el oficio más subversivo en nuestra sociedad hondureña.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra