

Conciencia de pueblo
Para que un conglomerado o montón de gente se constituya en pueblo, toda esa gente ha de alcanzar conciencia de ser oprimida, identificar a sus opresores y estar en marcha con una propuesta de emancipación para toda la sociedad. Puede que haya decenas de miles de personas en un estadio o concentradas bajo banderas proselitistas, pero eso no significa que ese conglomerado sea pueblo. Lo reiteramos, un pueblo lo es cuando sus miembros, desde sus diversidades, se reconocen en una misma identidad oprimida y se deciden a luchar por su liberación.
Cuando no hay conciencia de pueblo, sus integrantes en lugar de ser ciudadanos, son habitantes, masas o conglomerados de un territorio, buscan respuestas fuera de su entorno y ponen sus confianzas fuera de sí mismos, en otros lugares, y lo que es peor, no solo no identifican a sus opresores y dominadores, sino que casi siempre ponen en ellos su confianza y esperan de ellos solución a sus problemas.
Cuando la gente no tiene conciencia e identidad de pueblo, siempre hay un “alguien” que lo manipula, lo conduce y que habla en su nombre. Y siempre habrá un “algo” que se le impone, sea un modelo de vida, un modelo político, un partido o una religión, con unos criterios y unas conductas que la gente deberá seguir, y que a final de cuentas perpetúa su enajenación y su dependencia.
Cuando un pueblo cree en sí mismo, construye su propio “algo”, es decir, su propio modelo de vida, su propio modelo económico, político y cultural, sus propias creencias, con sus principios, valores y actitudes. Cuando un pueblo cree en “alguien” es porque ese “alguien” vive en el seno del pueblo, es la organización que cobija liberadoramente a ese pueblo.
Cuando un pueblo cree en sí mismo, construye sus propias propuestas, define sus aliados, clarifica sus objetivos, adquiere firmeza en sus principios y alcanza flexibilidad en el andar, para que nadie corra ni nadie se paralice, sino avanzar al ritmo de la lucha emancipadora de un pueblo en libertad.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra