Si algo ha demostrado Quintín Soriano en sus dos décadas de gobierno en Choluteca es que el poder, lejos de desgastarlo, parece haberle dado energía para seguir amasando influencia. Sus discursos suelen estar entre la victimización y la grandilocuencia. Pero más allá de su retórica, el alcalde, de cinco periodos en el poder, se encuentra en el ojo del huracán por acusaciones de corrupción y abuso de poder.
Quintín Javier Soriano Pérez, actual alcalde de Choluteca, es una figura reconocida a nivel nacional. Sus intervenciones, que oscilan entre acusaciones de que el gobierno central lo castiga al no entregar las transferencias municipales, y en los últimos años, elogios a las políticas de seguridad del presidente salvadoreño Nayib Bukele, lo han mantenido en constante foco mediático. Además, su estrecha relación con el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Estados Unidos, lo hacen todavía una figura más de controversia.
Su afán de control y protagonismo en la zona sur lo lleva a aprovechar cualquier oportunidad para aparecer en pantalla. En 2019, lo vimos agradeciendo y mostrando cercanía con el comandante Daniel Ortega por su ayuda y solidaridad en temas de salud. Sin embargo, dos años después, en 2021, afirmó que Nayib Bukele es “el instrumento de Dios” debido a la entrega de vacunas en el marco de la pandemia. Y hoy en día, sus ataques e insultos contra el gobierno central y el partido oficialista son algunos de sus temas preferidos

Soriano busca un sexto mandato consecutivo al frente de la alcaldía de Choluteca, por el movimiento Vamos Honduras del precandidato liberal Salvador Nasralla. Sin embargo, su gestión se encuentra seriamente cuestionada por diversos actos irregulares que han dado pie a investigaciones, en siete momentos por parte del Ministerio Público. Actualmente, enfrenta acusaciones por prevaricato, abuso de autoridad y cohecho, todos relacionados con la corrupción dentro de sus administraciones.
La terminal de buses: el «negocio del siglo» (para algunos)
El más reciente escándalo que envuelve al alcalde Soriano es el otorgamiento de una concesión para la construcción de la terminal de buses del Pacífico, sin consultar a los sectores involucrados ni a las comunidades en general. A pesar de que el municipio ya cuenta con una central y un mercado municipal, Soriano otorgó, sin la debida consulta, la concesión buscando concentrar a los vendedores de los mercados y a las empresas de transporte en un mismo lugar. Esta decisión ha sido rechazada rotundamente por una gran parte de la población que ha mantenido una toma pacífica en el edificio municipal por más de seis meses.

Denia Castillo, de la Red de Abogadas Defensoras de Derechos Humanos de la Zona Sur, señaló que la concesión es ilegal y que están exigiendo la nulidad del contrato otorgado para el diseño, construcción y operación de la Terminal del Pacífico. “Solo así se pondrá fin al conflicto”, afirmó.
Quintín Soriano entregó la concesión para la construcción de la terminal de buses a manos del inversionista David Ignacio Williams, quien, durante la administración de Juan Orlando Hernández (JOH), fue superintendente de la Comisión para la Promoción de las Alianzas Público-Privadas. Williams ha estado envuelto en varios escándalos de corrupción, además de haberse otorgado en su momento salarios exorbitantes, alcanzando los 265,000 lempiras mensuales, lo que equivale a más de 11,000 dólares.
Aprovechando el periodo de pandemia, el alcalde Soriano y el empresario Williams pactaron esta concesión a espaldas de la ciudadanía, lo que ha desatado una serie de protestas por parte de transportistas, locatarios, organizaciones y la población, quienes se verían seriamente afectados si la terminal llega a operar. La acción inconsulta del funcionario ha derivado en siete tomas de carreteras en la zona sur, tres plantones frente a la Corte Suprema de Justicia y varias denuncias ante la Agencia Técnica de Investigación Criminal, ATIC, el Ministerio Público y el Consejo Nacional Anticorrupción.

Esto podría costarle al municipio más de 240 millones de lempiras si el empresario Ignacio Williams decide demandar a la municipalidad por el incumplimiento del contrato.
Yamileth Flores, periodista y vocera del Frente de Lucha de la Terminal Municipal en Choluteca, no duda en calificar a Quintín Soriano como un «dictador» en la zona sur de Honduras. “La ciudad está huérfana de autoridad. El alcalde solo vela por sus propios intereses. Todos sabemos que él obtiene su respaldo electoral a través de sobornos a las comunidades rurales. Usa el dinero de la alcaldía para hacer política y perpetuarse en el poder. A las comunidades les ofrece proyectos condicionados para que sigan votando por él”, denuncia Flores.
Otros pobladores, que prefirieron no revelar su identidad por temor a represalias, también expresaron su descontento. Según ellos, el alcalde ha adoptado una postura autoritaria, gobernando solo para sus amigos y aliados. “Ya no es el mismo Quintín que asumió la alcaldía hace 20 años. Ahora, su control, sus alianzas con otros políticos y empresarios del sector, e incluso con grupos oscuros, han hecho que la ciudad esté secuestrada”, aseguran.
Para Flores, Soriano ya no es el mismo alcalde que llegó al poder hace 20 años prometiendo desarrollo y participación ciudadana. Ahora, gobierna con mano de hierro, beneficiando a sus aliados mientras la ciudad se hunde en problemas básicos: basura acumulada, calles intransitables, deudas millonarias con empleados municipales y —quizá lo más simbólico— ni un solo semáforo en todo el municipio.
Quintín Soriano, quien ha logrado posicionarse a nivel nacional y cuyo nombre suena cada vez más fuerte en círculos políticos, incluso con algunos rumores que apuntan a sus ambiciones hacia la Casa Presidencial, luego de haber iniciado su carrera política como diputado durante el periodo 1998-2002. Posteriormente, dio el salto a la alcaldía, prometiendo en su primer mandato el impulso de programas de desarrollo comunitario y la promoción de la participación ciudadana.
Veinte años después, Soriano busca un sexto mandato, apelando a la unidad del pueblo. Paradójicamente, es ese mismo pueblo el que ha sido ignorado por él, especialmente cuando le ha solicitado que cancele el contrato de operación de la Terminal de buses del Pacífico.

Despilfarro de fondos públicos y denuncias de abuso de poder
Honduras es uno de los países más pobres y desiguales de la región. Además de la pobreza, enfrenta problemas estructurales graves como la inseguridad alimentaria y nutricional, la violencia, el cambio climático y los desastres naturales, la migración forzada y la corrupción sistémica. Todas estas problemáticas también afectan al departamento de Choluteca, que, a pesar de contar con abundantes recursos naturales, hoy sufre los impactos de la agroindustria, los parques maquiladores, las empresas mineras y la amenaza de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs).
El alcalde de Choluteca es consciente de esta realidad, pero ha hecho poco para aliviar las dificultades de la población, afirma German Chirinos, coordinador de MASSVIDA. “La ciudad vive una pobreza estructural, y este alcalde, que lleva cinco periodos en el cargo, solo ha creado programas asistencialistas que benefician su imagen, pero no abordan los problemas fundamentales que aquejan a la gente», sostiene Chirinos.
El edil ha denunciado en reiteradas ocasiones que el gobierno de Xiomara Castro le retiene las transferencias municipales, y que pese a esto él ha logrado generar varios proyectos en benefecios de las comunidades. En respuesta a la denuncia la Secretaria de Gobiernanción y Justicia aseguró que las transferencias correspondientes al municipio de Choluteca han fluido de forma normal, no obstante, los múltiples embargos que enfrenta esa corporación municipal influyen en que esta sea únicamente para honrar dichos compromisos, los que derivan de órdenes judiciales y no de esta Secretaría o de la Secretaría de Finanzas. Con la cantidad de demandas laborales que tiene esta alcaldía recibirá los fondos de transferencias nacionales hasta el año 2029.
3. En lo que va del año 2023, derivado de 7 embargos, se ha retenido la cantidad de Lps.39,703,334.00. Esta situación se vuelve aún más dramática porque se han continuado recibiendo notificaciones de más embargos aplicados a este mismo renglón presupuestario.
— Gobernación, Justicia y Descentralización (@SEGOB_HN) May 15, 2023
German Chirinos, asegura que la forma de operar de Quintín Soriano se caracteriza por descalificar y atacar a quienes le exigen cuentas, ya sea el gobierno central o las organizaciones y liderazgos locales. “Así como denuncia la falta de entrega de las transferencias municipales, también debería rendir cuentas sobre las denuncias que enfrenta debido a la negociación de credenciales en los períodos electorales y las demandas laborales que pesan sobre la alcaldía por su mal accionar. Incluso hay rumores de que muchas de esas demandas podrían ser acuerdos entre “compadres”, lo que acaba beneficiándolo a él y despojando de fondos municipales que deberían servir para la construcción de proyectos», señala Chirinos.
Quintín Soriano llegó al poder con ambiciones políticas, y ahora que lo tiene, se ha convertido en un potentado de la región. “Ya no es extraño que prefiera invertir miles de lempiras en fiestas y asistencialismo para comprar votos, en lugar de destinar esos recursos a proyectos que verdaderamente beneficien a las comunidades”, denuncia Chirinos.
Otro de los señalamientos contra el alcalde de Choluteca es la venta de áreas verdes, lo que ha generado alarma y denuncias por parte de los patronatos, quienes han sido testigos de cómo supuestos “dueños” llegan a reclamar estos predios.
Yamileth Flores, vocera del Frente de Lucha, expresa su indignación: «El alcalde sabe que sus acciones son incorrectas. Él mismo ha reconocido en varias ocasiones, frente a los medios, que con la concesión de la Terminal del Pacífico abusó de su poder al no consultar a las comunidades, pero no está dispuesto a dar un paso atrás ni a reconocer sus faltas. Está enfermo de poder. Su autoritarismo lo hace creer que es dueño de esta ciudad. Si consigue un periodo más, la población seguiría sufriendo sus abusos, todo bajo la lentitud de un sistema de justicia que ha dejado impunes sus actos de corrupción por más de diez años», dijo Flores.
Aun así, Soriano insiste en buscar un sexto mandato. Y si la historia nos ha enseñado algo, es que en Honduras los políticos con ansias de eternidad rara vez se retiran por voluntad propia. La pregunta es ¿será esta la elección en la que la población decida ponerle fin a su reinado?
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