El cinismo táctico del régimen

Martes, 28 Enero 2020

El cinismo táctico del régimen

El régimen de Juan Orlando Hernández es el ejemplo perfecto del ejercicio del poder sin ambages, de la arbitrariedad en toda su crudeza, de la corrupción y la impunidad como una forma de hacer política, y del cinismo en el uso perverso de conceptos como Estado de derecho, democracia y derechos humanos.

De esta manera, este régimen autoritario afirma de forma reiterada la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción y la impunidad, y al mismo tiempo destruye cualquier institucionalidad e elimina cualquier norma que tenga ese fin.

Como lo señala Bartolomé Ruíz, esta paradoja de hacer algo distinto de lo que se dice crea dos realidades contradictorias, sumergiendo a buena parte de la población en la confusión de la realidad y la ficción, lo que le permite al régimen violar derechos y echar abajo instituciones democráticas con total naturalidad.

Y en medio de la contradicción entre su discurso y su práctica, este régimen logró desarticular los incipientes avances en la lucha contra la corrupción. Primero, reformó la Ley del Tribunal Superior de Cuentas y despojó al Consejo Nacional Anticorrupción de su potestad para obtener información directa de dicho tribunal.

Segundo, limitó de un plumazo la acción penal del MP, quien ahora tiene que esperar a que un órgano sumamente politizado como el Tribunal Superior de Cuentas, emita y confirme informes de responsabilidad civil y penal por actos de corrupción.

Tercero, no renovó el convenio para la continuidad de la MACCIH y logró hacer desaparecer a la UCEFIC, convertida ahora en un órgano debilitado y bajo el poder de la dirección de fiscalía, que, sin duda alguna, responde a los intereses de los poderosos de este país.

Y mientras tanto, el régimen autoritario y violador de la Constitución se sigue presentando como demócrata y se prepara para otras elecciones fraudulentas y deslegitimadas.

Y usted, ¿qué va a hacer al respecto como ciudadano y ciudadana?