El pírrico aumento

Viernes, 18 Mayo 2018

Sin consulta a la ciudadanía y sin debatir en el Congreso Nacional, Mauricio Oliva con el respaldo de Juan Orlando Hernández aprobaron un aumento de 50 mil lempiras al salario de los diputados. Con el aumento, el salario asciende a 90 mil lempiras y representa un aumento al presupuesto anual del Congreso Nacional de 197 millones de Lempiras. El diputado Oscar Nájera por el departamento de Colón tiene el descaro de afirmar, citamos: “Para mi persona y para la mayoría de los diputados esos son aumentos pírricos…”, hasta aquí la cita. Él es uno de los diputados que lleva un cuarto de siglo viviendo del presupuesto nacional. Pero, tal vez, tiene razón el diputado Nájera. Ya que un secreto a voces es que el “negocio” de ser diputado no está en el salario, sino en la subasta de conciencias y dignidad al momento de aprobar leyes o en la elección de magistrados o fiscales. Un exdiputado de LIBRE afirmó que a él le ofrecieron 12 millones de lempiras para que apoyara la lista de candidatos a magistrados propuesto por el Partido Nacional. El aumento es una bofetada a una población que tiene más de dos millones de hombres y mujeres sin empleo, según datos oficiales. Y la mayoría que tiene que empleo, el salario mínimo es menor a 8 mil Lempiras, que no ajusta ni para la canasta básica. Y la bofetada viene de una de las instituciones menos productivas del país. Según informes de la fundación Democracia sin fronteras y el Fosdeh, quienes estudiaron la producción legislativa de los años 2014 a 2017, establecen que “solamente 42 parlamentarios, asistieron al menos al 80 por ciento de las sesiones ordinarias convocadas por la Junta Directiva” y “de 128 diputados solamente 23 de ellos tienen una producción legislativa mayor o igual a 15 proyectos de Ley y mociones. Vale recordar que sus reuniones de trabajo son tres días a la semana. El Congreso Nacional y los partidos políticos son las instituciones más despreciadas por la ciudadanía, según sondeo de opinión del ERIC publicado en abril de 2018, 8 de cada 10 hondureños y hondureños no tienen confianza en los diputados, no confían en los partidos políticos a los que pertenecen y perciben que hay corrupción en los recursos económicos que manejan los diputados. En esta Honduras y en estos tiempos, vale recordar las palabras que pronunció el expresidente Mujica del Uruguay al Senado de Chile en 2014: “Hay gente que adora la plata, se mete en la política, si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, qué haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente. A la alta política le interesa ese cariño de la gente, algo que se transmite, que no tiene precio y que no se compra en el supermercado”