Se acerca el bicentenario, ¿qué celebramos?

El próximo 2021 nuestra región centroamericana está conmemorando sus doscientos años de lo que se considera la independencia oficial. Como hace casi dos siglos, las negociaciones y componendas de cúpulas son esenciales para quienes detentan el poder, en detrimento de la democracia, libertad y soberanía.

En Guatemala, con la figura del cuestionado presidente Jimmy Morales, el pasado 31 de agosto, se hizo concreta la comunicación, al secretario de Naciones Unidas, Antonio Guterrez, que no renovará el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala. Con más de una década de funcionamiento, ha sido posible evidenciar las redes y grupos corruptos, que han vivido pegados, desangrando y desgranando la vida democrática e institucional en Guatemala.

En El Salvador, los casos ligados a actos de corrupción de los expresidentes Elías Antonio Saca y Mauricio Fúnez, han permitido entender que esos cargos de muy alto nivel, están embarrados hasta el tuétano. Al margen de esos casos de corrupción y los temas satélites, se cuestionan las negociaciones y reducciones de penas en el caso del expresidente Saca por parte del Ministerio público de El Salvador y la no existencia de una comisión independiente en ese país.

En Nicaragua, el 30 de agosto se gira una comunicación oficial por parte del gobierno, presidido por Daniel Ortega, para dejar constancia clara que “da por concluida la invitación y finalizada la visita”. Esto como consecuencia del contundente informe que realizara la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a raíz de la crisis nicaragüense.

En Honduras, varios miembros del actual Congreso Nacional, miembros en su mayoría del oficialista Partido Nacional y otros partidos políticos, han interpuesto recursos en contra del convenio suscrito con la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras y su actuar en los últimos meses y que la Corte Suprema de Justicia se ha prestado a ese juego político partidista, para así declarar la inconstitucionalidad de esa misión internacional que brinda apoyo al Ministerio Público a través de la UFECIC.

Pues así soplan los vientos en Centroamérica al comienzo del mes de las celebraciones y festividades patrias, en donde la democracia, la libertad, independencia y soberanía son términos que pululan en las arengas y al son de los tambores en los actos protocolarios que presumen los presidentes de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras. Nuestra región, no puede verse aislada y menos en momentos de crisis como los que vivimos. Y mientras las redes y grupos corruptos conectados a los gobiernos celebran esa independencia falsa; los pueblos deben seguir avanzando en la construcción de un proceso de soberanía, actual a los tiempos y cambios de los nuevos rostros y voces que edifica la democracia que dignifica a los pueblos en una Centroamérica unida.