La necesidad de consensos por el bien de Honduras
Las sociedades que aspiran a consolidarse como democráticas comprenden que el consenso y el disenso son fundamentales para la convivencia y el desarrollo pacíficos de las controversias.
Estar en desacuerdo es parte esencial de la democracia, pues permite visibilizar los puntos que requieren mayor diálogo y facilita que la diversidad de opiniones tenga un espacio en el debate público.
Por tanto, disentir es un síntoma de la buena salud de una sociedad democrática y el consenso, de madurez política. Por ello, ante la elección de la persona titular del Ministerio Público demandamos un diálogo franco que nos lleve al consenso.
Si bien el ambiente político está polarizado y parece sombrío, esperamos que la clase política representada en el Congreso Nacional nos muestre una vez más que es posible dialogar y tomar decisiones consensuadas.
Ya ocurrió con la elección de la Corte Suprema de Justicia y con la derogación de al menos dos “pactos de impunidad”, y es necesario que suceda lo mismo con la elección de la persona Fiscal General.
Desde la sociedad exigimos que, por el bien de Honduras, se logren los consensos necesarios para escoger a una persona titular del Ministerio Público que represente los intereses generales de la sociedad.
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