La mentira hecha gobierno

Estamos viviendo momentos de vergüenza mundial. Sin espacio a duda, en Honduras la mentira se hizo gobierno. Estamos ante un mentiroso compulsivo que miente hasta cuando es más fácil decir la verdad. Echemos una mirada al gobierno de la mentira.

Juan Orlando mintió cuando afirmó que lo dejarán trabajar, que él no buscaría la reelección y ahí está usurpando la presidencia. Esa es la mentira principal y de ahí se desprenden otras mentiras como la de que “Honduras está cambiando” o aquella máxima de que en “Honduras nadie está por encima de la ley”. Se llevaron a su hermano extraditado como principal capo de Centroamérica, y él afirma que no sabía nada. La mejor versión de Pinocho.

Otra mentira de impacto económico es la apuesta económica “Con chamba vivís mejor”. Mientras el gobierno entusiasmaba a los jóvenes con esa propuesta, aprobaron el decreto “Ley de empleo por hora” que elimina todos los derechos laborales, que afectó especialmente a los jóvenes para quienes el décimo tercer salario, décimo cuarto, vacaciones y aguinaldo es asunto de historias de museos.

En este gobierno no hay mentiras piadosas, mentir es la estrategia de engaña bobos, que tristemente no son pocos. Descaradamente fue a mentir en la 73 Asamblea de Naciones Unidas, y citamos “Ahora nos vienen a preguntar sobre ¿Qué fue lo que hicieron los hondureños para mejorar en seguridad? A pesar que falta mucho, pero lo que hemos avanzado hoy ningún país lo había hecho en tan poco tiempo, y nos dicen ayúdennos, para prevenir igual que ustedes en esa parte, ya estamos dando nuestro conocimiento a otras naciones”. No solo lo desmiente las cifras de homicidios y extorsión, sino que cinco meses después está pidiendo ampliar presupuesto para seguridad, como expresión del fracaso de su política de seguridad.

Otra estrategia de uso de la mentira para la gobernabilidad son los rumores. Los rumores tienen que ver, más que con la intención, con el efecto que produce una mentira. Como dice Noan Chomsky “una estrategia de manipulación es “crear problemas y después ofrecer soluciones.” Estrategia utilizada en el tema de energía eléctrica, en la seguridad pública, entre otros. Farsantes profesionales.

Estamos en un escenario americano donde la mentira es la estrategia de gobierno varios proyectos políticos. Miente Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil, Macri en Argentina o Daniel Ortega en Nicaragua, por mencionar algunos. La principal debilidad de estos gobiernos es que sostiene en la mentira, la corrupción, impunidad y la violencia, y evidenciar esas dinámicas es la principal estrategia para cambiarlos.