En la región más peligrosa de uno de los países más violentos del mundo, Margarita Murillo fue asesinada por la espalda mientras sembraba la tierra. A 9 años de este hecho, que no solo enlutó a la familia de Murillo, sino al movimiento social de Honduras, la impunidad se apodera del caso.

Margarita Murillo fue asesinada un 27 de agosto del 2014. Al momento del crimen las autoridades policiales encontraron una carta con una invitación a un encuentro de organizaciones campesinas y que también tenía una amenaza para que dejara de luchar por la tierra o tendría un derramamiento de sangre.

Al final su sangre fue derramada por las manos de sicarios al servicio de los grupos económicos que tienen en sus manos las tierras del país, y que, en contubernio con el Estado, se prestan a criminalizar a los campesinos y campesinas.

Murillo fue una de las luchadoras sociales con mayor trayectoria en el país, involucrándose desde los 13 años de edad en el movimiento campesino, promoviendo la justicia y equidad en temas de tierra y derechos humanos de las poblaciones rurales de Honduras.

En la actualidad, solo sus familiares, amigos, organizaciones cercanas son las que siguen demandando justicia para Murillo, castigo para los responsables y que la verdad salga a la luz, y junto a ella la identidad de quienes persiguen y asesinan a los líderes campesinos.