La mañana de este miércoles 16 de agosto, a través de un correo eléctrico dirigido a toda la comunidad académica, las autoridades de la Universidad Centroamericana, UCA informaron que se suspenden todas las actividades académicas y administrativas hasta que sea posible retomarlas de manera ordinaria.

En la comunicación electrónica confirman la incautación de bienes inmuebles, dinero en moneda nacional o extranjera de las cuentas bancarias inmovilizadas, productos financieros en moneda nacional o extranjera propiedad de la UCA.

Además, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó la incautación de todos los bienes descritos en el punto anterior a favor del Estado de Nicaragua que garantizará la continuidad de todos los programas educativos.

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La Universidad Centroamericana, UCA agradeció la confianza, solidaridad y cercanía expresada por estudiantes, docentes, personal administrativo y la sociedad nicaragüense que se identifica con con los principios y valores de esta alma máter.

La Jueza Gloria María Saavedra Corrales del Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencias Circuncisión Managua, giró un oficio acusando de terroristas a los directivos de la Universidad Centroamericana UCA. Esta decisión se hace luego que el régimen Ortega-Murillo confiscara de facto todos los bienes materiales y económicos, además de inmovilizar las propiedades y congelar las cuentas bancarias de la universidad de los jesuitas.  

La Universidad Centroamericana, UCA queda confiscada y pasa, como otras 26 universidades privadas, a manos del régimen Ortega-Murillo, lo que significa para varios analistas el aniquilamiento al pensamiento crítico.

Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos, OEA, manifestó: “significa un golpe duro para la educación superior, para la iglesia, para el pensamiento crítico. Es un día de mucho dolor, de mucha tristeza. Pero también nos damos cuenta de que Ortega es un imitador barato de la dictadura de Cuba”, dijo

McFields cerró diciendo que cada vez las acciones del régimen de Ortega no tienen límites. “La dictadura no crea riquezas, se las roba”, apuntó, y agregó que la educación nicaragüense está de duelo por el “sicariato judicial”.

Reacciones ante la confiscación