Un plan de acción efectivo frente a los fenómenos naturales
La tormenta Sara volvió a evidenciar la profunda vulnerabilidad que vive un importante número de personas y comunidades frente a los fenómenos naturales.
Por eso es importante recordar la obligación que tiene el Estado de protegerlas antes, durante y después, lo cual conlleva tres responsabilidades concretas: prevenir, reaccionar y reconstruir.
Prevenir implica, por un lado, que el gobierno implemente un plan de acción que reduzca el impacto de un fenómeno natural, especialmente en los territorios históricamente vulnerables.
Por otro lado, que las autoridades alerten de forma temprana a las personas sobre la aproximación de un fenómeno natural y disponga de todos los medios necesarios para garantizar su vida e integridad. Reaccionar obliga al Estado a solicitar asistencia a otros Estados y organismos internacionales con el fin de obtener ayuda humanitaria y cooperación para la reconstrucción.
Reconstruir implica garantizar el uso adecuado y eficiente de los recursos destinados a una reconstrucción y rehabilitación sustentable que asegure que los territorios afectados sean habitables y seguros para la gente.
No se puede desconocer que las autoridades han actuado de manera que se ha logrado reducir las pérdidas humanas, pero los años pasan y la vulnerabilidad sigue estando presente.
Es fundamental priorizar un plan de acción que implique medidas preventivas efectivas y permanentes que reduzcan esta vulnerabilidad, y evite tanto sufrimiento.
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