“Creo que no le estamos diciendo toda la verdad a la gente”, dijo el periodista sampedrano Luis Coello, al ser consultado sobre la labor periodística en Honduras. Este 25 de mayo se celebra el día del periodista y la realidad del gremio refleja: inseguridad, precariedad laboral, censura, venta de conciencia y falta de ética.
Como todos los años, el día del periodista se celebra en un ambiente de impunidad y violencia. Desde 2009 más de 45 periodistas han sido asesinados, de estos casos el 95% continúa en la impunidad. Además la profesión periodística es una de las peores pagadas en el país. A pesar de tener estipulado un salario mínimo que ronda los 15 mil lempiras, la mayor parte de medios de comunicación paga por debajo de esa cifra, asimismo la censura, la venta de conciencia y la falta de ética en el ejercicio del periodismo es un debate permanente en la rutina de los medios de comunicación.
“Acá nos enfrentamos a varias realidades: las condiciones en que ejercemos la profesión son precarias en general, los salarios no cumplen con las necesidades básicas de un trabajador, también nos enfrentamos a la censura y condicionamientos que se dan en los medios de comunicación”. Coello se refiere a la censura que se da en los medios corporativos, quienes al responder a los intereses de quien los financie con publicidad condicionan su línea editorial limitando a los periodistas en su trabajo.
En Honduras existe la Ley de Canje Publicitario, normativa que permite a los medios de comunicación brindar publicidad y no pagar impuestos. “En su mayoría los medios mantienen relaciones con grupos políticos, el trabajador de la comunicación debe respetar esos criterios y tener cuidado con lo que dice para no perder su trabajo”, expresó Coello.
Por su parte Pedro González, también periodista sampedrano habló de la profesión periodística en Honduras. “No hay independencia en realidad. Si no es el gobierno es la empresa privada. Uno busca iniciar procesos personales, pero los criterios periodísticos son limitados, porque si te dan publicidad te dicen que hables bien de ellos, si vos los criticas te la quitan y así es difícil sostener algo diferente”.
La censura no solo viene desde los medios de comunicación, hace más de un mes el Congreso Nacional aprobó reformas al Código Penal, en las que califica de terrorismo las actuaciones de algunos medios alternativos quienes se refieren cotidianamente a los procesos de lucha de la población hondureña.
Censura institucionalizada
Eddie Tábora, director del Comité para la Libertad de Expresión (C-Libre) dice que Honduras vive un proceso complejo para el desarrollo de la libertad de expresión, medidas como estas que se aprueban en el Congreso evidencian el carácter represivo y dictatorial del gobierno al limitar y ahora criminalizar a quienes emitan algunos comentarios frente a los micrófonos.
“Y desde el gobierno no solo se vive la represión a través de la criminalización y censura, también la inseguridad y la falta de políticas de protección es parte del problema”, comentó Tábora. En los últimos 14 años el periodismo hondureño se ha caracterizado por la violencia y la censura. Datos de C- Libre indican que desde el 2003 han sido asesinados 44 periodistas.
“Yo creo que hay dos polos: uno la prensa corporativa, la que no le dice la verdad a la gente por el compromiso comercial y la otra es la prensa alternativa, que arriesga su vida por acompañar los procesos de las comunidades, esa es la realidad del periodismo en Honduras, creo que la verdad tiene un costo, y ese costo es la precariedad, el riesgo y represión. Los comunicadores comprometidos deben tomar una decisión, o nos sometemos a lo tradicional o hacemos algo distinto para cambiar el país”, analizó Tábora.
“Si a la gente que le gusta el periodismo se mete a esto para hacerse rico, mejor que no pierda su tiempo, si es honrado nunca lo logrará”, expresó Pedro González.
“El estilo de vida de la mayor parte de periodistas en Honduras no da para lujos, cuando uno ve que un comunicador tiene una vida demasiado cómoda uno se imagina que algo anda mal”, expresó Coello.
Y así Honduras celebra el día del periodista, en medio de precariedad, censura y represión.