“El territorio nacional es nuestro cuerpo”,  bajo este lema diversas organizaciones de mujeres de la zona norte de Honduras, se juntaron en la comunidad Piedra Gorda de la tribu San Francisco de Locomapa, Yoro, para clausurar la tercera etapa de la campaña “Ni encerradas, ni con miedos”, que fue lanzada en agosto de 2013, con el esfuerzo del Foro de Mujeres por la Vida,  el Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) y Radio Progreso.

La campaña tiene como objetivo contribuir a desconstruir el concepto de seguridad basado en la represión, armamentismo, remilitarización y evidenciar las violencias contra las mujeres en los espacios íntimos, privados y públicos como un problema de seguridad, que debe asumirse por el Estado y la ciudadanía en general.

“Hemos decidido venir hasta este sector indígena porque los y las compañeras de la tribu de San Francisco, mantienen una lucha permanente  por la defensa de sus bosques, aguas y demás bienes naturales amenazados con  explotación forestal, represas hidroeléctricas  y la minería”, indicó Noemí Dubón del Foro de Mujeres por la Vida.

En la jornada se reflexionó que a lo largo de los procesos que actualmente viven las mujeres indígenas y la lucha por su territorio han configurado una identidad. El reconocerse como parte de este movimiento interno en sus comunidades ha posibilitado para las mujeres que su hablar sea escuchado, accionado y se perciban a sí mismas como mujeres que tienen la oportunidad de moverse, salir y decir lo no dicho.

“La autonomía de nuestros pueblos está implicada con la de las mujeres, pues la liberación  se basará en sus expresiones de resistencia y cambio comunitario en los distintos territorios”, indicó Nelly del Cid de la Organización feminista Tejedoras de Sueños.

Difícil situación 

“La situación en nuestras comunidades indígenas en relación al conflicto social que genera la instalación de proyectos mineros e hidroeléctricos y el corte de madera, cada vez es más tensa por la lucha que hemos emprendido en defensa de sus territorios.  Aquí estamos siendo hostigados, perseguidos y amenazados a muerte”,  manifestó Consuelo Soto, del Consejo Consultivo Indígena.

La violencia comenzó a concretarse  en el territorio de la Tribu a partir del 25 de agosto de 2013, cuando fueron asesinados a manos sicarios; María Enriqueta Matute, Armando Fúnez Medina y Ricardo Soto, quienes participaban en una toma de carretera para impedir la extracción de antimonio y la tala del bosque.

A raíz de situación desde el 19 de diciembre del 2013 la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de 38 habitantes de la Tribu San Francisco y sus familiares, el Estado de Honduras ha demostrado su incapacidad de proteger la vida de esas personas.

Etapas de la campaña 

“La campaña «Ni encerradas, ni con miedos» fue lanzada en agosto de 2013, para exigir seguridad para las mujeres. Esa seguridad que garantice el buen vivir para esta población que representa más del cincuenta por ciento de la población hondureña, y que son violentadas por el sistema patriarcal que quiere dominar sus vidas y sus cuerpos. En la primera etapa la campaña tocó el espacio privado”, indicó Dunia Pérez, del ERIC-SJ.

Así mismo dijo que en la segunda etapa se hizo énfasis en poner un alto a la violencia en los espacios públicos por los que andan las mujeres con el lema “Seguridad para todas, en todos los espacios, con todos nuestros derechos”.  Y la tercera etapa tuvo que ver con la defensa del territorio.

La cuarta y última etapa de la campaña  «Ni encerradas,  Ni con miedos», se lanzará en  el marco del día internacional de la mujer, el próximo 8 de marzo. “Será en la caminata denominada Marzo de rebeldías y calle, donde nosotras las mujeres conmemoremos este día dedicado a las luchas que tanto se han realizado para la construcción de un mundo más igualitario, donde la vida de las mujeres y los hombres tenga el mismo valor”, indicó Noemí Dubón.

Aseguró que la cuarta etapa está enfocada en la impunidad en los feminicidios y demás violencia que se vive en nuestro país. Cada 13 horas es asesinada una mujer en Honduras, y en los últimos años los crímenes se han incrementado en un 263 por ciento.

De acuerdo a estudios los principales victimarios son, en su mayoría, personas desconocidas, pero en algunos casos el principal responsable es el compañero o excompañero de hogar, un familiar, el novio o exnovio o miembros de maras.

Guatemala reporta una tasa de 9. 5 por ciento de femicidio; El Salvador 10. 5 y Honduras 14. 2, por eso somos la primera fila en la región con femicidio, según datos.