A más de un mes de protestas masivas y una semana de que varios jóvenes comenzaron una huelga de hambre exigiendo la comisión internacional contra la impunidad, la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández y juicio político a implicados en desfalco del IHSS; la represión aumenta y coloca en extrema vulnerabilidad a personas que lideran el movimiento.

El sábado pasado después que la población se movilizó en todo el país para retomar las exigencias y apoyar la huelga de hambre que 5 jóvenes emprendieron afuera de Casa Presidencial; Miguel Briceño, uno de los líderes del movimiento Indignados en Tegucigalpa e iniciador de la huelga fue agredido por un policía. Ariel Varela y él, minutos después de la agresión, anunciaron que se retirarían. Ellos estaban dentro de un perímetro de seguridad instalado por el gobierno de la república, que los separaba de German Ayala, Gerson Suazo y Erlin Mejía quienes se sumaron a la huelga durante la semana.

Dentro de la valla de seguridad, Ariel y Miguel expresaban que temían por sus vidas por la actitud intimidatoria de los entes de seguridad; ahora los tres jóvenes que permanecen, tras 6 días sin comer, expresan que están más vulnerables porque están a la intemperie y con el peligro que cualquier persona los pueda agredir y que nadie los socorra.

German Ayala tiene dos hijas y viajó desde San Pedro Sula para unirse, su familia lo apoya con un pequeño campamento. «Seguimos para adelante, me siento un poco débil pero estamos aquí», dijo a Radio Progreso. «Tenemos temor, el hecho de que estamos aquí afuera expuestos es peligroso pero más peligroso es que las cosas sigan iguales en este país», expresó Ayala.

Ayer domingo se unió Hernan Silva quien desde Choluteca viajó para comenzar huelga de hambre junto a Ayala, Mejía y Suazo.

Gerson Suazo, con su salud muy deteriorada y con mucho cansancio y debilidad en la voz dijo a Radio Progreso que él estaría todo el tiempo necesario hasta que en el país se instale una comisión internacional contra la impunidad.

Desde ayer Ariel Varela viene denunciando que una patrulla con policías vestidos de civil lo perseguían, él se ha mantenido en la palestra pública. De Briceño aun no se sabe nada después del altercado. En un programa de televisión, miembros del Centro de Investigación y Promoción a Derechos Humanos (Ciprodeh) acusaron a los jóvenes retirados de la huelga de haber «vendido» la lucha. Varela se ha mostrado molesto por esta acusación.

Los jóvenes aun en huelga compartieron un comunicado esta mañana para exigir al gobierno de Honduras que respete sus vidas y la de sus familias y que se escuche el clamor del pueblo que exige castigo para los corruptos. Mientras en el resto del país se siguen convocando las movilizaciones de las antorchas que acuerpan estas exigencias en medio de la represión militar que poco a poco aumenta y un gobierno que ha llamado a un diálogo sin condiciones en el que propone la instalación de un sistema local contra la corrupción que los indignados e indignadas rechazan.

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