A nuestra juventud
Esta semana celebramos el día internacional de la juventud, una buena ocasión para que todos los sectores de la sociedad nos preguntemos sobre la visión que tenemos de los jóvenes, muchachas y muchachos. Es un día oportuno para que maestros, padres y madres de familia, funcionarios públicos, políticos, las iglesias reflexionemos sobre nuestro trabajo con el sector poblacional más grande e importante del país.
Es necesario revisar la deuda que tenemos todos los sectores de la sociedad con nuestra juventud. Durante muchos años hemos escuchado a funcionarios públicos criminalizando a los jóvenes y culpándolos de todo el clima de violencia que se vive en el país. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los jóvenes sólo son responsables de un reducido porcentaje de actos violentos del país, el resto de hechos violentos tienen que ver con una violencia promovida y ejecutada desde estructuras construidas y dirigidas por gente adulta.
De acuerdo a diversos estudios e investigaciones se ha establecido que la mayoría de víctimas a lo largo del presente siglo han sido jóvenes menores de 23 años, con lo cual queda demostrado que los jóvenes no son más que víctimas del modelo de desarrollo implementado en el país, basado primordialmente por el extractivismo, tanto de bienes naturales como de la fuerza de trabajo, mayoritariamente e juventudes.
Estos datos deben llevarnos a preguntarnos, ¿Quiénes son los verdaderos criminales, los jóvenes o los que sostienen estructuras públicas, privadas y partidarias? La violencia tiene diversas causas y actores, pero sin duda la violencia estructural que se desprende por la ausencia de políticas públicas es la raíz de la violencia y de la exclusión de la juventud. ¿Acaso no es violencia el que un alto porcentaje de jóvenes no tenga acceso a salud? ¿No es violencia acaso la alta tasa de mortalidad y la desnutrición infantil y los altos niveles de hambruna? ¿No es violencia la falta de oportunidades de trabajo y el acceso a servicios educativos de calidad? ¿No es acaso violencia los salarios que se pagan a la juventud muy por debajo de lo estipulado por la ley?
Desde Radio Progreso saludamos a las chavas y chavos, y desde nuestra solidaridad en sus anhelos y luchas, les exhortamos a que lucen por sus sueños, que todos los cambios que el país requiere no son posible sin ustedes, y que para ello es necesario que apostemos por procesos de formación y organización a todos los niveles. De igual manera, invitamos a todos los sectores de la sociedad a que revisemos nuestra deuda con nuestra juventud, y a convencernos que sin su potencial es imposible la transformación del país.
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