Jueves 08, Agosto 2024  

Los miedos de la matriz mediática

Es curioso como la matriz mediática corporativa y otros medios digitales están a tope entre la cárcel de la Isla de Cisne y las elecciones de Venezuela. Se presentan como si fueran los temas más determinantes y polarizantes de la sociedad hondureña. Sin duda alguna, el ambiente debemos cuidarlo de cualquier tipo de amenaza.

Lo que llama la atención es que sobre otros temas como la Ley de Justicia Tributaria, no hay reportajes, ni investigaciones con el mismo de nivel de profundidad. No se mueve información que ayude a entender quiénes son los promotores y los opositores a dicha ley y por qué se oponen, qué implicaciones tendrá la ley para las finanzas del Estado. A lo mucho se cuestiona la estrategia de socialización de la propuesta de ley por parte del gobierno.

Lo mismo pasa con el conflicto agrario en el país. Poco se aborda y cuando se aborda es para presentar a los campesinos como criminales y, sin decirlo, presentan a los terratenientes como las víctimas. Se oculta la historia del conflicto, los traslapes jurídicos de las leyes agrarias y cómo ha beneficiado a los terratenientes. Y con plena conciencia se ocultan las estrategias utilizadas para despojar a los campesinos de las tierras.

La misma lógica se aplica en el abordaje del tema de la violencia y seguridad, se ha enfatizado como el problema fundamental del país y se sitúan a las maras y la violencia callejera como los principales criminales, para ocultar la brutal violencia que ejercen los sectores que tienen la mayor concentración de riqueza y de los grupos armados públicos y privados.

Algo parecido se observa con las narrativas sobre narcotráfico. Se habla mucho del narcotráfico asociado a los grupos criminales comunes, pero se oculta la relación del narcotráfico con la política y los políticos, así como la relación entre narcotráfico y economía y el mundo del lavado de activos. Y curiosamente hay una ausencia de crítica o silencio a las políticas gringas y su papel con todos estos temas.

Estamos ante un serio problema de aporofobia, parece que tenemos miedo y rechazamos la pobreza y a las personas empobrecidas. Tal vez el rechazo y el miedo está relacionado con el fracaso del neoliberalismo y miedo a que un día, los empobrecidos dejen de caminar hacia otro país, sino hacia sus verdugos que están dentro del país.