José Isabel Morales, conocido como “Chabelo” lleva 6 años y medio guardando prisión por un homicidio que no cometió, según su abogado defensor y organizaciones defensoras de derechos humanos. Esta semana diversas organizaciones realizaron un plantón para exigir libertad y justicia para este campesino víctima de un sistema de impunidad y criminalización de la lucha agraria en Honduras.

La Plataforma Agraria del Aguán, la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA), el Movimiento Campesino del Aguán (MCA), Fundación San Alonso Rodríguez, Red De Defensoras de Derechos Humanos y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), se manifestaron para que la Corte Suprema de Justicia resuelva un recurso de casación interpuesto en el caso de Chabelo por haber irregularidades en el juicio donde se condenó al campesino a 17 años y medio de cárcel por el homicidio de un familiar del subcomisionado de policía Henry Osorto Canales.

“Reclamamos la celeridad en este proceso con el fin de evitar que Chabelo Morales continúe indefinidamente guardando una prisión que en conciencia y en base a datos objetivos es injusta, arbitraria y discriminatoria”, expresaron en un comunicado estas organizaciones.

La madre de Morales también se hizo presente en el plantón, como lo ha hecho en cada actividad política para exigir justicia en el caso de su hijo.

“Esta es una jugarreta que están haciendo porque ya es el segundo juicio y el no está por asesino sino por la lucha por la tierra. Él tiene dos hijos y tiene que ver cómo hace, yo soy pobre y viuda, no puedo ayudarle tampoco. A él se le murió el padre y una hija estando en la cárcel y ni pudo salir por eso”, dijo doña Ramona López.

El magistrado coordinador de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, Marco Vinicio Zúniga a quien le expusieron una vez más el caso, nuevamente se comprometió a acelerar el proceso. El viernes en la tarde se acordará una reunión con la sala de lo penal de la CSJ.

Esta vez la demanda de las organizaciones es que la Corte Suprema de Justicia, resuelva pronta y eficazmente, señalando audiencia de sustitución de medida cautelar de prisión preventiva por la de arresto domiciliario, a efectos de que no se sigan vulnerando los derechos fundamentales de José Isabel Morales.

La dirigente popular de COPA, Esly Banegas expresó que “es injusto porque conocemos la inocencia de Chabelo, se le ha violentado el derecho a la defensa, a la justicia. Son instancias nacionales que hay que cubrirlas, siempre queda la esperanza, está la oportunidad para que puedan hacer un poco de justicia”.

Según,  la Asociación Nacional de Campesinos de Honduras ANACH, son 700 mujeres rurales que están siendo procesadas por exigir el acceso a la tierra. Donde solo el 8 % de las féminas son dueñas de parcelas. Criminalización que se agudiza, con cerca de 5 mil campesinas y campesinos judicializados,  de acuerdo a estadísticas de Vía Campesina.

¿Quién es Chabelo Morales?

Sentado en una banca de la cárcel de El Porvenir en La Ceiba, Atlántida, José Isabel “Chabelo” Morales, recuerda aquel 4 de agosto del año 2008, cuando él se encontraba jugando pelota y de repente una señora le pidió auxiliar a su esposo Arnulfo Guevara, uno de los fallecidos en la masacre de Silín, una comunidad del municipio de Trujillo, Colón, Honduras.

Chabelo cuenta que él corrió al llamado de la esposa de don Arnulfo, pero cuando llegó al lugar, don Arnulfo ya estaba muerto, entonces lo subió a la paila del carro. Inmediatamente vio a otro muchacho herido que alguien lo traía casi de arrastre, entonces corrió también a auxiliarlo junto a otros de sus compañeros campesinos.

Ayudó a subirlo a la paila de la patrulla para que lo atendieran y le salvaran la vida.

Meses después de la masacre, el 17 de octubre de 2008, Chabelo fue detenido por la policía, lo acusaron de ser uno de los principales responsables de la muerte de diez personas, una tentativa de asesinato, un homicidio, robo agravado e incendio agravado.

“Yo no soy ningún asesino, no soy delincuente, solo soy un labrador de la tierra. Todo lo que se ha hecho conmigo es injusto. Mire usted por querer ayudar, por hacer un bien estoy en la cárcel, por un crimen que yo no cometí”, agrega Chabelo entre profundos suspiros.

Por la masacre en Silín, y en un claro acto de intimidación, 300 miembros de la comunidad Guadalupe Carney fueron puestos en unas listas como sospechosos. Chabelo fue trasladado en un helicóptero, con fuertes medidas de seguridad a la cárcel de El Porvenir, La Ceiba, Atlántida.

Días después Chabelo se da cuenta que quien lo acusó fue el ex comisionado de la Policía Henry Osorto Canales. “Yo no conocía a Henry Osorto, aquí lo conocí en el juzgado”, agrega Chabelo y cuenta que luego también supo que el muchacho, a quién él le ayudó a salvar la vida, es sobrino de Henry Osorto Canales. Y ese mismo muchacho sirvió como testigo en su caso, pero en su contra.

Chabelo dijo que responsabiliza al Estado de Honduras por su caso, porque lo condenaron poniendo testigos falsos. “En este país basta con señalar a una persona para que lo condenen, pues no investigan nada. Es vergonzoso que en este país un campesino esté preso por defender su causa. También responsabilizo al Estado porque aquí en la cárcel he perdido la mitad de mi vida, yo ayudo a limpiar la yarda, cosecho maíz y pepinos y un día mientras chapeaba, la cuchilla de la máquina arroyó un alambre, se desprendió y se me clavó en la cara. Por ese accidente perdí un ojo, me afecté mi dentadura, la cara y la lengua”, dijo.

Irregularidades

En el caso de José Isabel Morales no existen pruebas contundentes de que ha cometido un delito. El 25 de junio de 2010, en un primer juicio y después de dos años de cárcel, fue declarado culpable de homicidio. Hubo aparentes irregularidades y contradicciones en las historias de los testigos y diferentes versiones de los testimonios anteriores.

Casi 5 años han pasado entre su detención y su condena, una clara violación del Código Procesal Penal de Honduras que exige la sentencia dentro de los 2 años.

El 24 de julio de 2012, sin haber notificación de la audiencia ni para él ni para sus abogados, a Chabelo le dictaron la sentencia, condenándolo a 20 años de prisión por un crimen que no cometió.

Tras un primer recurso de casación interpuesto en 2013 el cual derivó en un segundo juicio, Morales fue nuevamente condenado a 17 años de cárcel por un homicidio de los perpetrados ese día en el terreno que se disputaba Osorto Canales con la comunidad Guadalupe Carney y que antes pertenecía al Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM).

Chabelo es miembro de la Guadalupe Carney, una comunidad de campesinos que desde el año 2000 comenzó un proceso de recuperación de tierras cuando el CREM fue cedido por la municipalidad de Trujillo a terratenientes, empresarios, ganaderos y militares, entre ellos Henry Osorto Canales.

El encarcelamiento de Chabelo y la falta de equidad en sus audiencias, junto con los continuos actos de intimidación contra la comunidad son el resultado de la criminalización de los campesinos y campesinas víctimas de un sistema que no apuesta por una verdadera reforma agraria en el país.