San Pedro Sula, se adornada con un fondo verde llamado cordillera el Merendón, que además de embellecer es la principal fuente productora de agua y uno de los pulmones por los que respira el Valle de Sula. Esta gigantesca montaña está llena de vida, diversidad de animales y plantas, y es escenario de grandes historias de personas trabajadoras, honradas y que con amor cultivan flores, café, tomate, rábano, piña, cacao, maíz, frijoles, entre otros.

Sin embargo este tesoro lleno de biodiversidad está totalmente amenazado por la deforestación, construcción de represas hidroeléctricas y lotificaciones que avanzan a pasos agigantados desangrando lentamente las arterias que le dan vida a la cordillera el Merendón, ante la complicidad de la población sampedrana y la confabulación de las autoridades municipales y nacionales.

“Que se siga destruyendo la cordillera y no hagamos nada significa que somos parte de este proceso que está cavando nuestra propia tumba, porque esa gran montaña es la que da vida a los municipios de San Pedro Sula, Choloma, Villanueva y sectores aledaños”, asegura el ambientalista Juan Antonio Mejía del Movimiento Amplío por la Dignidad y la Justicia, Madj.

A renglón seguido dijo que de seguir deforestando y urbanizando la montaña Merendón, se estarán secando los ríos de superficie y los subterráneos, pero lo peor es que San Pedro Sula, quedará en una aguda vulnerabilidad a las inundaciones, tomando en cuenta que toda la capa del bosque que desaparece no detendrá el agua lluvia que baja de la montaña e impactará sin contemplaciones en toda la capital industrial.

Permisos de construcción

“Salvemos el Merendon”, una plataforma de organizaciones sociales y populares, denuncia la confabulación de las autoridades municipales y centrales en el proceso de destrucción del Merendon y su zona de amortiguamiento, puesto que las lotificadoras aprovechan el decreto 334-2013 presentado por el diputado Marlon Lara, y aprobado en el Congreso Nacional que dirigía en ese entonces Juan Orlando Hernández, que dio vía libre para que se construya arriba de la cuota 200.

“Con la aprobación de este decreto en el 2013 se eliminó la zona de amortiguamiento y se ha traducido en que empresas constructoras e inmobiliarias inicien construcciones en los márgenes de los ríos; Blanco, Zapotal, Armenta y otras zonas de las faldas de la cordillera donde por décadas han sido zonas productoras de agua que fluyen hacia el acuífero de Sunseri, la mayor reserva de Agua de San Pedro Sula”, indicó la regidora Gloria Milian.

De acuerdo a Juan Mejía del Madj, algunos de los responsables de esta destrucción ambiental son: en primer lugar el alcalde Armando Calidonio y sus regidores, autoridades ambientales, empresas inmobiliarias, constructoras y por último en menor escala está la población que no hace nada para evitar que se desangre la cordillera el Merendón.

“Nosotros las comunidades de la cordillera estamos desarrollando un trabajo de agricultura amigable con el medio ambiente y en lugares donde hay deforestación estamos plantando árboles de madera de color, sin embargo nos preocupa que desde las grandes empresas se esté demoliendo las faldas del cerro”, indicó Marco Álvarez de la Federación de Patronatos de cordillera el Merendón.

Estudios revelan que cada año se están perdiendo más de 150 hectáreas por la deforestación incitada por el tráfico ilegal de madera. La cordillera el Merendón tiene una extensión de 39,796 hectáreas de bosque y en la Ley está calificada como un área protegida.

En ese sentido la regidora sampedrana Gloria Milian, aseguró que desde “Salvemos el Merendon” se está programando un Foro para el próximo 12 de julio donde se analizará la problemática y se sacarán compromisos para iniciar una campaña de concientización e incidencia para evitar se destruya la montaña que da vida a la población de San Pedro Sula y lugares aledaños.

Los entrevistados coincidieron que solo la ciudadanía puede parar la destrucción ambiental y social que se avecina.