En la ciudad pionera de la lucha social, El Progreso, Yoro, el Estado de Honduras,  en voz del ministro de la presidencia, Rodolfo Pastor de María, se disculpó por el asesinato de Herminio Deras, y las violaciones a los derechos humanos que sufrió su familia en la década de los 80.

Este reconocimiento de responsabilidad internacional se enmarca en las medidas de reparación de la sentencia condenatoria dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en agosto de 2022. El Estado ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos 17 veces, de las cuales, 14 están en proceso de cumplimento y tres ya fueron archivadas.

Herminio Deras García era maestro, dirigente sindical y el segundo secretario del Partido Comunista de Honduras en la década de los 80. La mañana del 29 de enero de 1983, él fue asesinado en San Pedro Sula, por los Escuadrones de la Muerte del Batallón 3-16, brazo armado del Estado que fue encargado de eliminar, intimidar y neutralizar a la oposición política en aquel entonces.

La familia Deras, rodeada del pueblo al que Herminio entregó su inteligencia, servicio y vida, recibió el perdón con sentimientos encontrados,  valorando que  por primera vez en la historia un Estado había reconocido su culpabilidad ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y con la fe puesta de abrir las puertas para que se puedan investigar los asesinatos y desapariciones forzadas ocurridas en  la terrible década de los 80.

En el evento también participó el Procurador General de la República, Manuel Díaz Gáleas, la Secretaria de Derechos Humanos, Natalie Roque, la Subsecretaria de Justicia, Carmen Haydeé López Flores entre otros funcionarios de gobierno.

Reconocimiento de responsabilidad por el asesinato de Herminio Deras García.

En un sentido y profundo discurso,  Alba Deras, hermana de Hermino, dijo que “se les fue la juventud en la búsqueda de justicia, y llegaron a pensar que la vida no le iba alcanzar”, sin embargo, ahora su esperanza se fortalece porque esta sentencia es la oportunidad para que los archivos de las Fuerzas Armadas se abran, y con ello, poder esclarecer los asesinatos políticos como la masacre del Jute, el Padre Guadalupe Carney, Dagoberto Padilla, Tomas Nativi, Fidel Martínez, entre otros.

Otilia Flores, quien fue compañera de vida de Herminio, dijo en Radio Progreso que celebra la decisión del Estado por reconocer su culpabilidad, y pidió no dejar el caso en el olvido, como están la mayoría de las sentencias dictadas por la Corte.

Herminio Deras ofrendó su vida por este ideal revolucionario. Sin duda Herminio Deras fue un ser humano que cargó con la realidad hondureña y con la causa de los oprimidos de manera integral. Herminio no solo fue el político y el educador, rasgos que lo identificaron a fondo. También fue el ser humano que en toda circunstancia compartió las tortillas y el sudor con quienes compartía la vida y la lucha.

En su participación el Padre Melo, dio lectura una carta escrita por el padre José María Tojeira, amigo cercano de Herminio. Y propuso,  en nombre del sufrido pueblo, declarar a Hermino Deras prócer de la lucha popular.

Camino difícil

Para la familia de Herminio la búsqueda de justicia en estos 40 años ha sido tormentosa. El testimonio doloroso de su viuda Otilia Flores, quien en 1981 fue secuestrada y torturada por las fuerzas de seguridad del Estado es doloroso. Durante su detención arbitraria, su hija Lorena de 11 años y su hijo Herminio de 7, permanecieron en cautiverio a manos de militares, quienes posteriormente ametrallaron y destruyeron su vivienda.

Su casa siguió siendo allanada en repetidas ocasiones de manera ilegal.  La más reciente fue durante el golpe de Estado de 2009, cuando uniformados ingresaron por la fuerza buscando supuestamente armas. A Otilia y su familia la dejaron amarrada de manos en una cama. Interpuso la denuncia, pero las autoridades fueron incapaces de abrir una investigación y deducir responsabilidad a quienes cometieron ese hecho.

Hermanos y hermanas de Herminio Deras García.

Hace un año, cuando el Estado de Honduras fue encontrado culpable por el asesinato de Herminio, Irma Deras, una de una de sus hermanas, narró ante la Corte los hechos violentos que marcaron su vida. Contó como la casa de su familia constantemente era allanada por policías y militares. Situación que provocó el suicidio de su padre. 

Una mañana ingresaron a la casa y la detuvieron junto a 8 familiares. Los amarraron de las manos y exhibieron por las calles de El Progreso como delincuentes. Fueron trasladados a la posta policial y posteriormente en avión a Tegucigalpa. Durante el vuelo les amenazaban con tirar al vacío si no decían donde estaban las supuestas armas. Fueron torturados y en el caso de las mujeres hubo abuso sexual.

Los testimonios de la familia Deras García son fuertes y develan toda la crueldad que sufrió la población hondureña en la década de los 80, crímenes que hasta la fecha continúan en impunidad. El Estado 15 años después del crimen reabrió el caso y solo condenó a un militar de nombre Marco Tulio Regalado, dueño de una empresa de seguridad privada, quien por un error administrativo estuvo libre por muchos años.

Herminio, previo a graduarse de maestro en la escuela de Profesorado de Tegucigalpa, trabajó como obrero agrícola en campo Las Flores de El Progreso, Yoro. “Ahí despertó su conciencia revolucionaria por defender los derechos laborales de la clase trabajadora”, logrando tener un alto perfil en los movimientos sociales de Honduras, colocándose como el segundo al mando del Partido Comunista. Sin embargo, con su asesinato se desmovilizó el movimiento social obrero.

Herminio era comunicador social. Escribía artículos para los periódicos Diario Tiempo y Vanguardia Popular. Aportó significativamente a la lucha sindical a través de la formación y organización. “Pero también fue un líder en la familia”, Alba Deras recuerda cómo su hermano les fomentó el amor por la lectura y la solidaridad hacia quienes más lo necesitaban. Era la persona que mediaba los problemas internos del hogar.

Cuando habían pasado 19 años del asesinato de Herminio, Alba con la orientación de un compañero de trabajo, el 02 de febrero de 2002, interpuso la denuncia en nombre de su familia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH. En la denuncia se acusó al expresidente Roberto Suazo Córdova, al jefe de las fuerzas armadas y a otros implicados de esa época.

Pasaron los años y muy pocas noticias se recibían de la CIDH. En cada aniversario de Herminio, Alba escribía a la CIDH “pasó otro año y no tenemos respuesta. Seguimos demandando justicia”. También aprovechaba las visitas que la comisión realizaba a Honduras para recordarles el caso. Fue así que comenzaron a pedirle información. Sin tener conocimiento comenzó a recoger las pruebas y a buscar asesoramiento con el Comité de Familiares de Desaparecidos Cofadeh.

En 2018, le notificaron que el caso había sido aceptado por la CIDH. En 2021, el caso pasó a la Corte Interamericana y la audiencia pública se realizó en mayo de 2022. Cuando la familia Deras estuvo en la Corte y escuchó que el Estado de Honduras se reconocía culpable, fue entonces que comenzó a aruñar un poco de justicia para Herminio.

Alba Deras, hermana de Herminio.

Alba dice que a la familia Deras García no la mueve una indemnización económica, sino la construcción de políticas que garanticen que los hechos no se repitan, porque lo que les tocó vivir es doloroso y ninguna persona merece tanto sufrimiento. El Estado está obligado a crear una Ley de Memoria Histórica, que sea implementada en los centros educativos, así como un mecanismo de investigación para aplicar justicia a los violadores de derechos humanos en la década de los 80.

El acto de perdón público se llevó a cabo justo cuando el padre de Herminio cumplía 37 años de haberse quitado la vida, a causa del sufrimiento que le causó el asesinato de su hijo y la persecución política que sufrió su familia.