Sepultura de Oquelí Domínguez en el cementerio de Guapinol, Tocoa, Colón.

Oquelí Domínguez Ramos fue asesinado en su vivienda ubicada en Guapinol, Tocoa, Colón, el 15 de junio de 2023, cuando estaba compartiendo a media mañana con su familia.

Su hermano menor, Alí Domínguez, fue asesinado el 07 de enero de este mismo año junto a Jairo Bonilla. Alí y Oquelí, ambos  hermanos del reconocido ambientalista Reynaldo Domínguez, estuvieron vinculados a la defensa del parque nacional Carlos Escaleras.

La mañana de su asesinato, Oquelí junto a su compañera de vida y su hija de 4 meses de edad, regresaban a casa después de una cita médica. El resto de su familia se encontraba pasando el calor y la falta de energía eléctrica bajo un árbol. Habían pasado unos minutos de haber llegado al hogar, cuando dos individuos en motocicleta ingresaron por la fuerza amenazando con asesinarlos.  

Las primeras en reaccionar fueron las mujeres, quienes tomaron a sus hijos en brazos e imploraron a los sicarios no disparar. En entrevista a Radio Progreso, una de las hermanas de Oquelí narró que, un asesino expresó “los venimos a masacrar”, y fue en ese momento que comenzó un forcejeo.

Doña Catalina Ramos, madre de Oquelí, tomó una escoba para defenderse. En el intento golpeó a uno de los agresores quien en respuesta le disparó en su pierna derecha. Según testigos, su hijo (Oquelí) trató de ayudarla, pero el homicida le infirió varios impactos de bala que le arrebataron la vida al instante.

“Gritamos desesperadamente. Los niños salieron corriendo. Hubo disparos por todos lados. Pensé que nos iban a matar”, contó la hermana, asegurando que su familia está bajo amenaza permanente desde que se instaló el proyecto minero de Inversiones Los Pinares, propiedad del empresario Lenir Pérez y Ana Facussé.

La familia Domínguez tiene más de 80 años de habitar la comunidad de Guapinol. Algunos de sus integrantes son reconocidos líderes sociales y de iglesia que públicamente han expresado su rechazo al proyecto minero, por considerar que está causando daños irreversibles al Parque Nacional Carlos Escaleras.

Alí (QDDG) y Reynaldo Domínguez, enfrentaron un proceso de criminalización en 2019, a raíz de una denuncia interpuesta por Inversiones los Pinares y el Ministerio Público, donde se les acusó de integrar una banda del crimen organizado, sin embargo, en marzo del mismo año, un juez con jurisdicción nacional les dictó sobreseimiento definitivo.

Reynaldo ha recibido amenazas donde le expresan que van asesinar a su familia si no renuncia a la lucha contra la minera. Ha sido víctima de campañas de desprestigio junto a las personas que integran el Comité Municipal en Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, espacio que aglutina a las comunidades que están defendiendo la montaña Escaleras.

A raíz de esas amenazas, la vivienda de la familia Domínguez cuenta con cámaras de vigilancia, pero el día que asesinaron a Oquelí, la comunidad no contaba con el servicio de energía eléctrica producto de la crisis energética que vive el país.

Las amenazan se han ido materializando con el asesinato de sus dos hermanos, indicó Reynaldo Domínguez. Teme por la vida de su familia, pero desde su fe cristiana está convencido que tiene la obligación de cuidar el río y la montaña de la explotación minera.

“Somos el blanco de la violencia en la comunidad de Guapinol, por el simple hecho de haber nacido aquí, y por  hacerle oposición a estos proyectos extractivos que están dañando todo el país. El gobierno no protege a la ciudadanía, los recursos naturales. Estos hechos tienen nombre. Esto viene de Inversiones los Pinares”, dijo Reynaldo a Radio Progreso.

Madre de Reynaldo Domínguez víctima de atentado sangriento.

Miedo e indefensión

El ruido de una motocicleta pasando frente a la propiedad de la familia genera miedo e incertidumbre. Los niños se esconden y las mujeres creen que vienen los asesinos a terminar su trabajo, esa es la sensación de vulnerabilidad que les ha quedado. Los Domínguez son una familia numerosa que habitan en 5 viviendas construidas en un solo predio.

Luego del asesinato se interpuso la denuncia, y solicitaron a la Policía Nacional realizar constantes patrullajes para custodiar la propiedad. La hermana de Oquelí dijo que no duermen porque están desprotegidos, a pesar de las amenazas se rehúsan a salir de la comunidad y abandonar el único bien material que poseen.

Solo en la familia Domínguez dos miembros han sido asesinados en menos de 6 meses bajo el mismo patrón, alzando la voz de las organizaciones defensoras de derechos humanos que han acompañado el caso de Guapinol, manifestado su solidaridad y rechazo a los hechos violentos ocurridos.

Más allá de comunicados, no existe hasta el momento ninguna acción concreta por parte de las instituciones de gobierno encargadas de garantizar la vida y el goce de los derechos fundamentales, pese a los reiterados asesinatos registrados en Guapinol.

Según integrantes del Comité Municipal, en las últimas semanas las amenazas e intimidación hacia la ciudadanía que rechaza la explotación minera han incrementado, y podrían agudizarse por el supuesto despido masivo de empleados de la mina. 

En Tocoa, Colón, existe una violencia generalizada e indiscriminada que se agudiza con un conflicto socio ambiental no resuelto, del cual el Estado, a través de sus instituciones encargadas, tiene una enorme responsabilidad.

Casa de la familia Domínguez ubicada en la comunidad Guapinol, Tocoa, Colón.