Mucho se ha escrito y señalado sobre Alexander López Orellana, alcalde de El Progreso, Yoro, durante veinte años. A lo largo de su carrera, le han llovido denuncias diversas por actos de corrupción. Sin embargo, pocos conocen sus humildes orígenes, los cuales contrastan con la figura de potentado en la que se ha convertido. López fue un joven prometedor, con actitudes de liderazgo que, con el tiempo, ha utilizado para mantenerse en el poder, aunque eso signifique hacerlo mediante regalías y la compra de lealtades.


En su natal barrio, Alexander López Orellana es recordado por los vecinos y vecinas como un joven callado, tranquilo y comprometido con la iglesia. Con el paso de los años, sigue presente en la memoria colectiva las jornadas y misiones en las que participaba como miembro juvenil en la Iglesia Guadalupe, en la Parroquia Suyapa, en la ciudad de El Progreso, Yoro.

De aquel joven humilde y reservado, poco queda. Treinta años después, López Orellana se ha consolidado como uno de los líderes más destacados del Partido Liberal en la zona norte de Honduras. Actualmente ocupa el cargo de Secretario del Comité Central Ejecutivo, un instituto político que ha sido seriamente cuestionado por su aparente permisividad con políticos vinculados a actos de corrupción y criminalidad organizada. Un claro ejemplo de ello es su presidente actual, Yani Rosenthal, empresario condenado en Estados Unidos por delitos relacionados con el lavado de activos, específicamente por sus vínculos con el cartel de Los Cachiros.

Alexander López junto al empresario Yani Rosenthal, ambos autoridades actuales del partido Liberal

Alexander López parece seguir el mismo camino. Es el único alcalde de Centroamérica que, en años recientes (2023), fue incluido en la lista Engel por el gobierno de Estados Unidos, debido al otorgamiento de contratos irregulares que favorecieron a sus amigos y correligionarios. Según esta clasificación, se encuentra entre las personas más corruptas y antidemocráticas de la región. Cuanto más niega todas las acusaciones, más tupida se hace la cortina de dudas que se levantan.

A pesar de las explicaciones y defensas de López, en 2023 Radio Progreso llevó a cabo una investigación periodística que confirmó que los contratos municipales otorgados por el alcalde progreseño despiertan serias sospechas de irregularidades y opacidad. En nuestra investigación, analizamos los contratos destinados a la reparación de calles en los últimos siete de los veinte años que López ha estado en el cargo. Los resultados revelaron prácticas irregulares que podrían indicar un mismo modus operandi en contratos de montos millonarios. Como siempre, lo negó todo.


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Además, Alexander López es uno de los alcaldes en Honduras que más tiempo lleva en el poder. A lo largo de los cinco periodos al frente de la municipalidad progreseña, y en búsqueda de un sexto mandato, López se fue consolidando como un líder político que se ha sabido mover sigilosamente en su misión por convertirse en el caudillo de la región. Algunos dicen que superó a su mentor y padrino político, Roberto Micheletti.

“De joven destacable a político que perdió la honradez”

dijeron vecinos que los conocieron en su natal Bendeck.

En pláticas con personas que conocieron al alcalde desde su época cuando vivía en “El Hoyo”, como se le conoce a este sector de la colonia Bendeck en El Progreso, Yoro, se mencionan detalles sobre su infancia. «Su padre, Rigoberto López, era un vendedor de lotería, un hombre muy trabajador, entregado a su familia, honesto», comentan. Tenía también unas manchas de café en las faldas de la montaña Mico Quemado, enfrente de la ciudad

Sin embargo, estas fuentes confirman que los ingresos de su padre como vendedor de lotería y de la pulpería que tenía su madre fueron los que sostuvieron a esta amplia familia de seis hijos, la mayoría vinculados en la actualidad a la función pública y a la política partidaria.

«Alexander creció en este lugar rodeado de sus hermanos, todos hombres: Juan José, Nazir, Elvin, Rigo y Leonel, este último el más joven de la familia y quien siguió los pasos de Alexander al convertirse en diputado que busca la reelección. Alexander López hizo su primaria en la escuela del barrio, la Petronila C. de Villalobos, y luego comenzó la secundaria en el Instituto Oficial Perla del Ulúa. Era una familia como cualquier otra en un barrio pobre, luchando por sobrevivir», relata una vecina que pidió permanecer en el anonimato.

En esa época, Alexander tenía varios familiares en la comunidad de San Antonio de La Unión, una zona dedicada al cultivo de café. «Incluso, durante las vacaciones, recordamos que Alexander y sus hermanos eran enviados a esa zona para cortar café. Pero, con los años, las tierras que la familia poseía fueron creciendo, hasta convertirse en los terratenientes de la zona. Algunos cuestionan cómo obtuvieron esos terrenos, sugiriendo que podría ser producto de acaparamiento y sobornos a las pobres familias de la zona que aún poseían tierras», nos comentaron. 

En los recuerdos del vecindario está presente que, antes de convertirse en un gran líder del liberalismo, López Orellana militó en las filas del Partido Nacional. «Jamás olvidaré cómo, en los años noventa, en una visita de Leonardo Callejas, expresidente de Honduras y líder nacionalista condenado por corrupción como dirigente deportivo en la FIFA (aunque en Honduras nunca se le abrió una investigación), era Alexander López quien entregaba un detalle de agradecimiento al político por su visita a la ciudad», recuerdan. 

A pesar de los méritos y logros de López como joven nacionalista, el Partido nunca le permitió desarrollarse ni fomentar su liderazgo. El control de figuras como Jhony Handal y la familia Panchamé en el departamento de Yoro impedían que nuevos líderes emergieran, priorizando sus propios intereses y ambiciones. Este desdén del nacionalismo llevó a Alexander a buscar su suerte en otros caminos.

Tiempo después, y como resultado de su liderazgo, fue descubierto por Roberto Micheletti, eterno diputado de Yoro por el Partido Liberal, a quien apodaban «el mandamás». Era quien otorgaba plazas a docentes, médicos, enfermeras e incluso, para tener una línea telefónica en la ciudad, era necesario contar con una carta del caudillo.

En la ciudad de El Progreso se ha mencionado que Alexander López fue el pupilo de Roberto Micheletti. Tiempo después esa relación se desgastó.

Rápidamente, el alumno fue aprendiendo de su mentor, y en pocos años, López Orellana dominó el arte de la política. Esto le permitió ganar simpatía y poder en el municipio e incluso en el departamento, hasta que llegó el momento en que debía tomar su propio camino: el alumno abandonó al mentor y comenzó a trazar su propia suerte. Hasta competir con él, o incluso superarlo, como acaudalado del municipio y de la región, según testimonios de personas que nunca se atrevieron a decir sus nombres por miedo a represalias.


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Dos décadas de denuncias de corrupción

López Orellana ha enfrentado diversas denuncias de corrupción a lo largo de sus 20 años de gestión. En 2016, la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP), en coordinación con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), intervino la alcaldía en busca de documentación relacionada con posibles irregularidades en proyectos municipales. 

Tres años después, en 2019, la ATIC realizó allanamientos en la alcaldía, aunque los detalles específicos de la investigación no fueron divulgados públicamente. Posteriormente, en 2020, el Ministerio Público allanó la municipalidad debido a denuncias de irregularidades en la entrega de bolsas solidarias. En este caso, Alexander López fue acusado de sobrevalorar el precio de alimentos destinados a familias de escasos recursos, en el marco de la pandemia de Covid-19. 

Más recientemente, en julio de 2023, el Departamento de Estado de los Estados Unidos incluyó a López Orellana en la Lista Engel. En respuesta, el alcalde expresó que se vulneró su derecho a la inocencia al ser incluido en dicha lista, asegurando que no ha cometido actos de corrupción. Entonces la cortina de dudas oscurece más sus declaraciones.

Todas estas denuncias han generado un debate público sobre la transparencia y la gestión de la alcaldía de El Progreso, con llamados a una mayor rendición de cuentas y a investigaciones exhaustivas para esclarecer las acusaciones.

Lista de proveedores beneficiados por Alexander López en contratos para la reparación de calle de la ciudad.

El poder es como la miel, endulza

A lo largo de sus 20 años en el poder, Alexander López ha sido ampliamente cuestionado por sus múltiples administraciones al frente de la ciudad de El Progreso y por beneficiar a sus activistas, a quienes entrega regalías con fondos municipales a cambio de lealtad. Sin embargo, en la última elección, su liderazgo fue puesto a prueba al recibir serias denuncias de fraude electoral por parte de la candidata y actual regidora nacionalista, Kenia Perelló, quien, al mostrar pruebas de su triunfo, dejó instalada la duda sobre las posibles irregularidades, así como el debilitamiento de López en la ciudad. Hoy, Perelló revela un sinfín de anomalías dentro de la alcaldía e incluso denunciando amenazas de muerte provenientes del propio funcionario.

Estos años de conducción municipal, marcados por el desgaste de tanto tiempo en el poder, han sido cada vez más difíciles. Un grupo de regidores de oposición constantemente denuncia las acciones irregulares del alcalde, a quien califican de autoritario y abusivo.

En una reciente conferencia de prensa, tres de los cuatro precandidatos por el Partido Liberal anunciaron su unidad en la lucha contra el fraude electoral, asegurando que esta ha sido una constante en las elecciones anteriores en el municipio. El precandidato y regidor Juan Carlos Carbajal expresó que el municipio de El Progreso está harto de soportar la corrupción y la dictadura en la que el actual alcalde, Alexander López, ha manejado la ciudad. Hizo un llamado a la ciudadanía para que se organice y defienda su voto, además de pedir que no se dejen sobornar con regalías ni chantajes.

Alexader López Orellana busca el voto de la ciudadanía de El Progreso para su sexto mandato, a pesar que ha quedado como deudor de transparencia, legalidad y cumplimiento de las regulaciones establecidas para garantizar la correcta ejecución de proyectos y servicios en beneficio de la comunidad.


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