Lo que está pasando con las compañeras y compañeros de la lucha por la vida en Guapinol, Tocoa, Colón no es casualidad, es la mente maquiavélica de esta dictadura y sus principales rostros políticos, empresariales y militares detrás de todo. Los mismos asesinos de la patria, los que la están vendiendo. Son las corporaciones transnacionales, el capital mundial y los mismos gringos que hablan de la paz los que nos están llevando ineludiblemente a la guerra.
No es casualidad que unos días atrás el dictador dijera, en una televisora mundial, que somos una nación que avanza a la seguridad y que hemos reducido las muertes violentas, aunque, ridículamente haya sido incapaz de responder las demás interrogantes que le hiciera la periodista. Que unos días después dijera al Congreso Nacional – el cual maneja a su antojo – que necesita más presupuesto para la seguridad, claramente para más militares, más policías y más equipo armamentista.
No fue casualidad, no lo es. Esas armas y esos otros militares o policías y ese presupuesto del que habla son para la compra de conciencias, para sobornar sistemas, para criminalizar al pueblo, para condenar luchadores y luchadoras como es el caso de las personas de Guapinol y todos los demás campamentos de dignidad y por la vida, que se levantan contra su tiranía a nivel nacional y para comprar medios de comunicación que hagan mediáticamente verdad todas sus mentiras.
Tampoco lo es el asesinato de las personas en San Pedro Sula delante de la niña, que fue apartada por los sicarios para no lastimarla físicamente, ese no es el proceder de los sicarios y del crimen organizado en Honduras. Esos eran otro tipo de sicarios, de esos que se usan para generar caos y provocar cambio de opinión en las sociedades ante temas que le interesan a unos cuantos, algo así como presupuesto por ejemplo. Los sicarios del crimen organizado no hubieran visto la criatura, ellos van a lo que van y no les interesan los daños colaterales. Estúpidos no somos pues.
No es casualidad ese horrendo asesinato justo cuando se realizaba la audiencia de las compañeras y compañeros de la lucha por el agua y la vida de Guapinol que esta dictadura quiere invisibilizar. Y un acto de muerte tan horrendo como el acaecido en San Pedro Sula tiene a todo mundo hablando de eso pero ignorando lo que les está pasando a nuestros compas de Guapinol, Tocoa, Colón. No fue casualidad por que de ser un acto del crimen organizado hubieran buscando otro momento, en una calle menos pública y donde hubieran menos cámaras, pero no, no es así, ellos necesitaban que se viera, que se viralizara, que todo mundo hablara de eso mientras se mandaba a la cárcel a los lideres de la lucha que enfrentan el legado de muerte sembrado por Facussé en las ensangrentadas tierras del Valle del Aguán.
Casualidad no es por que esta justicia desleal manda a la cárcel a María Luisa Borjas pero exime de responsabilidad a los autores intelectuales del asesinato de Berta, de la misma manera que condenará a nuestros hermanos y hermanas de Guapinol pero dejará libre a los criminales que siguen llenando de sangre el valle del Aguan y otras partes de Honduras, como es el caso de los que perpetraron el hecho en esa tan pública y transitada calle de la capital industrial de Honduras, donde sobraba la gente para verlos y tenían suficientes cámaras para filmarlo y hacerlo público.
Y usted amigo y amiga que más necesita para abrir la boca, pronunciarse y salir a recuperar la patria, que más tienen que hacerle.
Chaco de la Pitoreta