El Primero de Mayo sigue siendo una fecha emblemática para la población trabajadora en el mundo. Este día se demandan mejores condiciones laborales y salarios justos, además, la derogación de leyes y decretos que atentan contra la soberanía territorial y la dignidad.  

En Honduras las movilizaciones convocadas por las organizaciones gremiales, sindicales, profesionales, de mujeres y campesinas iniciaron temprano, para exigir al gobierno escucha y respuestas a sus demandas, y para conmemorar esta fecha que se une a la histórica Huelga de 1954 que desembocó una serie de mejores condiciones laborales contempladas en el Código del Trabajo.

Una de las demandas claras de este 01 de Mayo, es el rechazo a la intención de reformar el Código del Trabajo, que pondría en riesgo el empleo permanente en el país, perdiendo así los derechos laborales adquiridos. Además, el apoyo la Ley de Justicia Tributaria que, recientemente fue enviada al Congreso Nacional por el Poder Ejecutivo.

A la marcha tradicional se sumaron empleados y empleados del gobierno y colectivos del partido Libertad y Refundación, Libre, quienes con pancartas en apoyo a la presidenta Xiomara Castro Sarmiento, intentaron protagonizar la movilización de la clase trabajadora.

En San Pedro Sula, al norte del país, los trabajadores y trabajadoras de la industria de la maquila, decidieron realizar la caminata por el costado izquierdo de la calzada, en rechazo a lo que llamaron “politización” y aprovechamiento por parte del partido de gobierno.


El Progreso, Yoro, las cooperativas campesinas aglutinadas en la Central Nacional de Trabajadores del Campo CNTC, denunciaron la participación de políticos que buscaban controlar la acción de demanda de tierra.

Los campesinos y campesinas se tomaron la CA-13 a la altura del puente de Quebrada Seca que conecta con el Litoral Atlántico, exigiendo la derogación de la Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, como condición para aprobar e implementar una nueva reforma agraria que beneficie al campesinado hondureño.

La demanda por la tierra también sonó con fuerza en la Valle del Aguán, región sumergida en una crisis profunda que solo en 2023, ha dejado a 8 líderes campesinos y activistas ambientales asesinados. Desde la Plataforma Agraria del Aguán demandan al gobierno cumplir con los acuerdos firmados hace un año para frenar la violencia que vive esta zona.

Es la segunda movilización que se da dentro de la administración de la presidenta Xiomara Castro.  “Sin embargo, el gobierno de Xiomara está inmerso en un contexto desfavorable. Por un lado, hay una institucionalidad en manos del crimen organizado, y por otro, hay colectivos del partido Libre y empleados públicos que buscan su propio beneficio, y no están en sintonía con el plan de gobierno”, dijo en Radio Progreso el analista político Mario Membreño, integrante de la Convergencia Contra el Continuismo CCC.

Pese al activismo político y la marea roja de pancartas pro-gobierno, porque la movilización estuvo subordinada al partido Libre, las voces de la ciudadanía trabajadora que reclaman salarios justos, medicamentos en los hospitales, tierra para cultivar y un alto al incremento  de la canasta básica se hicieron sentir.

La  CCC exhorta que “surjan con nuevas fuerzas y compromisos las organizaciones unificadas para hacer sentir el peso de la lucha popular al servicio de un país en donde no podemos seguir aceptando que solo los ricos caben y pueden, sino que toda la gente tiene un puesto y un lugar digno en la construcción democrática de un país digno e incluyente”.

Las movilizaciones finalizaron en las plazas centrales con mítines políticos,  donde se leyeron los pronunciamientos de las organizaciones participantes.