Un hecho, un país

El asesinato del propietario de las narcolibretas sacudió las entrañas de mucha gente y refleja el país en qué vivimos y el talante de gobierno que tenemos. Si el juicio contra Toni Hernández desnudó el narcoestado, el crimen de Magdaleno desnuda su modo de operar y el nivel de degradación en que se encuentra.

Hay más preguntas que respuestas, y también hay realidades de fondo que animan más preguntas. Cómo explicar que una persona que está protegida por el estado, en una cárcel de máxima seguridad, es ejecutada con la participación de la misma policía penitenciaria, con una pistola 9 MM y que al instante circule el video del crimen y que el Fiscal General, el Ministro de Seguridad y el inquilino en Casa Presidencial “se hagan los de a peso” y no dan una palabra sobre el hecho.

¿Quién es máximo interesado en asesinar testigos con información comprometedora de actual gobernante? ¿Por qué se reveló el video al instante del crimen? ¿es un mensaje para los integrantes del gobierno que tiene información del usurpador? ¿qué significa que en el video de los crímenes de la Tolva como de Ilama aparece una carretilla de construcción? ¿si un crimen de esa magnitud ocurre en una cárcel de máxima seguridad, que estará pasando en las cárceles normales?

En medio de las preguntas hay certezas, los crímenes de la Tolva e Ilama expresan la falsedad de la estrategia de seguridad de JOH. Se vende como una de las mejores acciones en el marco del combate a la criminalidad, sin embargo, en los hechos funciona como un centro de tortura y ejecución de los contrarios a su bando, sean estos narcotraficantes, jóvenes que demandan su salida o pobladores que defienden los ríos y montañas ante la amenaza de proyectos extractivos.

Curiosamente mientras circulan los videos de los crímenes en las cárceles de máxima seguridad, el expresidente Lobo Sosa, del mismo partido en el poder, hizo la denuncia pública que hay una decisión para asesinarlo desde una instancia del Estado, al tiempo se confirma el secuestro y tortura al dirigente magisterial Jaime Rodríguez, fuerte crítico del régimen. Sin duda en el momento de mayor peligrosidad y de mayor indefensión para ciudadanía.

Al tiempo que se consolida el crimen organizado institucional, el hambre, la indignación, hartazgo, miedo, y violencia corre con fuerza en las venas de la gente, una carga emocional que la sociedad tendrá que canalizar, cuándo y cómo lo hará no sabemos, estamos a las puertas de un estallido social. Es momento para que todos sectores sociales entremos en reflexión y acción decidida sobre el rumbo del país.