Con la llegada de la Semana Santa, la feligresía católica se apresta a recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, el hijo de Dios. Sin duda que este tiempo tiene muchos símbolos y signos que merecen la pena ser vistos a la luz de la realidad que vive Honduras.

“El valor de la cruz es de esperanza, no es de sentirse oprimido, de sentirse sin deseos de luchar, no es quedarse allí en el sufrimiento, no es masoquismo. La cruz significa que la vida nueva cuesta siempre, lo nuevo siempre cuesta. En nuestro país cargamos con tantas cruces como la cruz de la pobreza y violencia, pero no hay que quedarnos en el pesimismo, saber que hay una esperanza en medio de todos” dijo el sacerdote jesuita Mario Miguel Gutiérrez.

El padre Mario Miguel trabaja en las montañas de Yoro. “Muchas de las cruces, de las injusticias, podríamos decir que surgen de las altas estructuras de la sociedad, y eso cualquier estudio que se haga, cualquier investigación nos lo anota. Tenemos un sistema que nos impone cruces de muerte y dolor” aseguró el jesuita.

Radio Progreso (RP) habló con el padre Mario Miguel Gutiérrez (MMG) sobre el significado de la Semana Santa en la realidad que se desenvuelve el país.

RP. ¿Qué realidad rodea esta Semana Santa 2016?
MMG. Hay grandes cosas que están ocurriendo en Honduras. Lo que todo mundo le está dando vuelta ahora es el asesinato de Berta Cáceres que yo creo que todos los hondureños estamos pendientes de cómo sigue ese proceso de investigación. Todo lo que está ocurriendo en la Corte Suprema de Justicia con Rolando Argueta que se hará todo poderoso. Pero también está el descanso de la gente, el ánimo de tomarse unos días en familia.

RP. ¿Cómo vivir la Semana Santa en un país donde la vida es amenazada y mucha gente es criminalizada por exigir sus derechos?
MMG. Yo creo que hay que volcarnos a algo fundamental, la fe. En un país lleno de violencia, creo que tenemos que poner las bases para ir creando una sociedad de la NO violencia, claro que hay que ir poniendo las bases de la justicia, pero que va estar fundamentada en la experiencia de Dios.

RP. ¿Qué es la fe?
MMG. Una vez le hicieron esa pregunta a un padre jesuita, dice la gente que la fe es aquello que no se ve, que es aquello que estamos esperando de cara al futuro, pues el padre respondió “también fe es creer en lo que vemos, es creer en esas señales nuevas que el ser humano da en la realidad misma”. Yo creo que la fe es creer en uno mismo y creer en un Dios que nos anima a dar lo mejor de nosotros, sacar lo mejor que hay.

RP. ¿Cuál debe ser el mensaje principal de la Iglesia Católica en esta Semana Santa?
MMG. Que es necesario hacer un alto en el camino, que como personas necesitamos hacer grandes cambios, a nivel de país también, necesitamos botar las hojas secas que ya no sirven para renovar y dar frutos en una sociedad nueva.

RP. ¿Qué hojas secas hay que botar?
MMG. Una hoja seca que debemos botar es esa manera de querer responder y solventar los problemas a través de las armas, a nivel personal y a nivel de familia, no propagar este virus de la violencia, sino dar lugar al diálogo, a la construcción de una paz que vaya poniendo las bases de una sociedad nueva. Y a nivel de país, las hojas que hay que botar es la corrupción, es botar eso que ya no sirve para que Honduras dé frutos nuevos, hay que limpiar el tema de la corrupción, la impunidad y la violencia misma que el Estado ejerce contra su pueblo.

RP. ¿Cuáles serían esos frutos nuevos?
MMG. Un fruto concreto que anhelamos todos los hondureños es la paz. Necesitamos un país donde la gente no tenga miedo, no tenga miedo salir a caminar, no tenga miedo de saludar a los otros. Pero para esto se requiere justicia, necesitamos un país donde se haga justicia de varias maneras. Un gran fruto sería crear instituciones más fuertes, crear una cultura de la honestidad.

RP. ¿Cómo define usted la justicia?
MMG. Vivir o tratar de ser como es Dios con nosotros. En el mundo de la Biblia la justicia no se ve como jurisprudencia romana sino que la justicia es bondad, es fidelidad. Para mí una persona es justa en la medida que es bondadosa con los demás, en la medida que da más de lo que está estipulado en la ley.

RP. Mucha gente utiliza este tiempo para el descanso, el turismo, sol, arena, playa, mar, comidas, ¿cuál es su opinión?
MMG. Yo creo que hacer un alto en el trabajo es válido, pasar un rato con la familia, disfrutar, Honduras tiene tanta tradición de esto. No me opongo a la diversión, al descanso, porque hace bien a la familia, sin embargo no podemos olvidar este elemento fundamental que es la fe, un Dios que nos da esperanza en medio de una realidad oscura, no es que sea pecado disfrutar de las cosas que Dios nos ha dado, pero hay gente que pierde el sentido, se alcoholiza y se olvida hasta de la familia.

RP. ¿Qué valor tiene la cruz?
MMG. No hay que verla solo con pesimismo, no podemos quedarnos solo en la muerte, el señor muere pero luego celebramos la fiesta de resurrección. El valor de la cruz es de esperanza, no es de sentirse oprimido, de sentirse sin deseos de luchar, no es quedarse allí en el sufrimiento, no es masoquismo. La cruz significa que la vida nueva cuesta siempre, lo nuevo siempre cuesta. En nuestro país cargamos con tantas cruces como la pobreza, la violencia, pero no hay que quedarnos en el pesimismo, saber que hay una esperanza en medio de todos.

RP. ¿Quiénes imponen esas cruces?
MMG. Muchas de las cruces, de las injusticias, podríamos decir que surgen de las altas estructuras de la sociedad, y eso cualquier estudio que se haga, cualquier investigación nos lo anota. Tenemos un sistema que nos impone cruces de muerte y de dolor. Esas cruces normalmente están siendo puestas por los que gobiernan el país, en gran mayoría es el peso que tiene que cargar la gente.

RP. ¿Dónde podemos encontrar signos de resurrección en la Honduras actual?
MMG. Los signos de resurrección que yo noto es la creación de nuevas comunidades, de gente que va sumándose a la iglesia, otro signo de resurrección a nivel de toda la iglesia es lo que ha hecho el Papa Francisco, nos anima a todos como una señal de resurrección. A nivel de país yo creo que el compromiso honesto y concreto de mucha gente en el tema de la justicia, hay todo un movimiento juvenil por pedir más justicia, esas son señales de resurrección, la gente va despertando, va abriendo los ojos y va moviendo los cambios.

RP. ¿De qué esperanzas debemos alimentarnos?
MMG. En tiempos difíciles la tentación es quedarnos en el pesimismo, en tiempos difíciles yo creo que florece la esperanza de un Dios que ha liberado, que está a favor del que sufre, del débil, del pobre. La esperanza está en ese Jesús que ha vencido la muerte, para nosotros los cristianos Jesús tiene un valor tan fundamental porque sabemos que no es la injusticia, sabemos que no es la muerte ni la violencia la que tiene la última palabra, sino el amor profundo de aquellos seres humanos que se han entregado hasta el final.

Le invitamos a escuchar la entrevista completa del sacerdote jesuita Mario Miguel Gutiérrez.