Trump firmó sus primeras órdenes ejecutivas ante miles de sus seguidores. Cortesía Reuters

Uno de los mayores desafíos de la era Trump para las sociedades democráticas es cómo reconceptualizar los valores fundamentales sobre los cuales se construyen sus sistemas políticos. La democracia, entendida como un espacio de inclusión, respeto a los derechos humanos y diálogo intercultural, se vio puesta en entredicho. El uso de la desinformación, las falsas noticias y los discursos de odio se convirtió en una herramienta eficaz para movilizar a sectores de la sociedad que se sentían amenazados por el cambio. Frente a este panorama, las democracias deben reconstruir sus narrativas, desde un enfoque que promueva la pluralidad, el respeto a las diferencias y el compromiso con la verdad.

La montaña de decretos ejecutivos firmados por el recientemente juramentado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene como objetivo reforzar su discurso y accionar anti-migrante, al tiempo que se presenta como el defensor de la economía nacional y apela al nacionalismo estadounidense. Sus promesas de restaurar la soberanía nacional y devolver a Estados Unidos a una posición de supremacía están impregnadas con la idea de que ha llegado la hora del «cambio», para convertir al país en «la envidia del mundo» y «no ser maltratados».

En un análisis sobre el discurso del presidente Trump, Radio Progreso conversó con Jorge Luis Acevedo, profesor e investigador especializado en comunicación política, sistemas mediáticos y políticas de comunicación con una perspectiva comparada, así como en medios comunitarios y movimientos sociales relacionados con las comunicaciones.

Acevedo lamentó que Trump mantenga un discurso de culpabilización hacia los migrantes, especialmente los latinoamericanos, a quienes responsabiliza de los problemas sociales en Estados Unidos. «Hacer responsable a la comunidad migrante de los males de la sociedad estadounidense es un atentado contra los derechos humanos y la cultura, pues invisibiliza los aportes valiosos que los migrantes han hecho a este país», señaló.

El académico también destacó que Trump es un nacionalista que apela a los valores fundacionales de Estados Unidos, un discurso que ha encontrado eco en una parte significativa de la ciudadanía, incluidos migrantes que ya se han regularizado o que han obtenido la ciudadanía. Incluso estos últimos, en ocasiones, ven a sus compatriotas como una amenaza, apuntó Acevedo.

Jorge Luis Acevedo, Doctor en Medios, Comunicación y Cultura, Universidad Autónoma de Barcelona.

En su discurso de toma de posesión, el presidente Trump proclamó una «emergencia nacional» en la frontera con México, buscando justificar su estrategia para frenar la inmigración. Insistió en la narrativa de que muchos de los migrantes provienen de «cárceles» y «manicomios», cuando en realidad la mayoría de ellos son familias que huyen de la pobreza, la violencia y la inseguridad en sus países de origen, en busca de mejores oportunidades.

Otro de los temas que preocupa al analista es el anuncio del control del Canal de Panamá como represalia a los acuerdos alcanzados por el gobierno panameño con China. Además, una de las amenazas de Trump ha sido la posible subida de los aranceles a los productos que se importan a diario a Estados Unidos. «Lo difícil de comprender todos estos anuncios es que, a pesar de que representan una amenaza para las derechas latinoamericanas, aun así, muchos sectores de estas derechas mantienen una posición favorable hacia el segundo mandato de Trump», comentó Acevedo.

En cuanto a la confirmación de Marco Rubio como secretario del Departamento de Estado, Acevedo explicó que esta decisión refuerza la idea de que la política exterior de Estados Unidos hacia varios países de la región, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, se endurecerá. De este modo, los gobiernos de extrema derecha en América Latina y el Caribe se verán favorecidos. «Las imágenes son elocuentes. En su toma de posesión, estuvieron presentes el presidente de Argentina, Javier Milei, y el alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga, lo que sugiere que estos gobiernos recibirán un apoyo concreto desde Washington», señaló el analista.

Las imágenes, agregó, no solo son simbólicas, sino que reflejan realidades y escenarios futuros. Acevedo mencionó que hemos visto cómo los magnates de las grandes plataformas digitales, al menos dos de ellos, han retrocedido en su política de autorregulación de contenidos, especialmente en lo que respecta a la posible desinformación y los discursos de odio. «Esto es un retroceso para el principio de libertad de expresión», afirmó. «Nada es casualidad», añadió.

A la investidura presidencial de Donald Trump asistieron magnates de la tecnología como Mark Zuckerberg (Meta); Jeff Bezos (Amazon); el director ejecutivo de Alphabet, Sundar Pichai; y Elon Musk (SpaceX, Tesla) Cortesía AFP

Otro punto que preocupa al analista es el triunfo del negacionismo respecto al cambio climático, que se ha consolidado con la cancelación, por parte de Estados Unidos, del Acuerdo de París. «Esto es un reflejo de la política ambiental de Trump, que claramente va en contra de los esfuerzos globales para mitigar la crisis climática», explicó Acevedo.

En cuanto a los frentes que la región debe abordar, el analista consideró que uno de los más importantes es el jurídico, dado que las decisiones que tomará el Ejecutivo de Estados Unidos tendrán un impacto directo en América Latina. Además, señaló la necesidad de generar una respuesta colectiva ante las acciones de los grupos de derecha, los aliados latinoamericanos de Trump y los desafíos que podrían surgir. «Es necesario establecer un diálogo en la región y buscar respuestas conjuntas. También es crucial entrar en la disputa del sentido común, rechazando las narrativas de odio y las violaciones de los derechos humanos y del medio ambiente», concluyó Jorge Luis Acevedo.

Escucha entrevista completa del académico e investigador Jorge Luis Acevedo.