Se proyecta que al cierre de 2024, Honduras habrá recibido 9,500 millones de dólares.

Actualmente, Estados Unidos es el principal socio comercial de Honduras. Según cálculos de economistas, entre el 55% y el 60% de las importaciones y exportaciones del país se realizan con esta nación, a pesar de la expansión de mercados en los últimos años. Estas negociaciones, que forman parte del Tratado de Libre Comercio (TLC), colocan a Honduras y la región centroamericana en una posición de desventaja debido al poderío económico de Estados Unidos.

Otro aspecto crucial en la relación entre Honduras y Estados Unidos es el flujo de capitales, expresado en las remesas familiares, la inversión extranjera y los niveles de endeudamiento y cooperación, señaló Martín Barahona, expresidente del Colegio de Economistas de Honduras.

Barahona recordó que el 90% de las remesas que recibe Honduras provienen de Estados Unidos, donde viven más de 1.5 millones de hondureños y hondureñas, muchos de los cuales aún no están regularizados.

Las proyecciones para 2024 indican que Honduras cerrará el año con envíos de remesas que superarán los 9,500 millones de dólares, lo que equivale a aproximadamente 1.1 millones de dólares por hora. «Sin duda, los resultados de estas elecciones en Estados Unidos deberían preocupar al país, especialmente si un candidato anuncia el recrudecimiento de las políticas migratorias. Esto podría incrementar el número de deportaciones, lo que impactaría directamente en los ingresos provenientes de las remesas, que son clave para el país y la economía de las familias», comentó Barahona.

El economista también recordó que las remesas familiares son la principal fuente de ingreso en divisas para Honduras, representando aproximadamente el 30% del Producto Interno Bruto (PIB). 

Barahona señaló que la situación es compleja para un país como Honduras, que depende de las remesas. Un triunfo de Trump podría traer consigo la implementación de las medidas antimigrantes que ha anunciado, lo que impactaría directamente en los ingresos del país. Además, la falta de diálogos como los sostenidos con los demócratas podría empeorar la situación de la población migrante, que huye de Honduras debido a la falta de empleo y a la inseguridad, agregó.

Recientemente, el expresidente de Estados Unidos Donaldo Trump anunció que impondría aranceles adicionales a todos los productos que México envíe a Estados Unidos, si no «detienen esta avalancha de criminales» (refiriéndose a los migrantes) y de drogas.

«Ahora tenemos una nueva presidenta en México, y le voy a informar desde el primer día, o antes, que si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que entran a nuestro país, voy a imponer inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a los Estados Unidos de América», aseguró el republicano.

Estos anuncios deberían ser motivo de gran preocupación para Honduras, ya que su economía depende en gran medida de las remesas enviadas por la población migrante. Este flujo de dinero se ha convertido en el principal ingreso del país y de las familias hondureñas, quienes dependen del sacrificio de aquellos que decidieron salir del país en busca de mejores oportunidades, concluyó Martín Barahona.