Autoridades de Guatemala y Honduras firmarán un acuerdo en Tegucigalpa el próximo mes de agosto, para contrarrestar las 700 toneladas de basura que cada invierno el río Motagua arrastra hacia las playas de Omoa y Puerto Cortés en el caribe hondureño.
Desde inicios del invierno, varias localidades del litoral caribe de Honduras se ven afectadas con la llegada de toneladas de basura, una situación que ha creado tensiones por años con la vecina Guatemala.
De acuerdo con cifras del gobierno hondureño, cada año se recolectan hasta mil toneladas de desechos que han recalado en las costas, y que han llegado hasta Roatán, una isla conocida por sus playas paradisíacas y sus arrecifes casi vírgenes.
Honduras asegura que la mayor parte de los desechos que recalan en sus costas se origina en la nación vecina, mientras Guatemala cuestiona que varios municipios hondureños también contribuyen al problema. Aunque en una ocasión, el gobierno guatemalteco reconoció que se debió a una falla en una barda industrial que colocaron a inicios de año como «medida paliativa» para frenar el flujo de basura hacia Honduras.
Dunia Jiménez, diputada por el Partido Salvador de Honduras por el departamento de Cortés, indica que los acuerdos ya están pactados y solo faltan las firmas entre las autoridades de los dos países, para frenar la contaminación ambiental y el gasto público que implica, en el caso de Honduras, la recolección de las toneladas de basura.