Tres años han pasado desde que Alberth Snider Centeno, presidente del patronato de la comunidad garífuna El Triunfo de la Cruz, en Tela, Atlántida, y tres pobladores más fueron secuestrados la madrugada del 18 de julio. Era sábado y Honduras entera se encontraba bajo el toque de queda impuesto como medida sanitaria por la pandemia de la Covid-19.

Hombres fuertemente armados con insignia policial y militar llegaron a cada una de las casas de los pobladores, sin dar explicación a sus familias los subieron a los vehículos de lujo que portaban, y pese a la resistencia de la comunidad que bloqueó las principales entradas y salidas, los malhechores cumplieron su objetivo: secuestrar a los cuatro garífunas.

Desde el día del secuestro las comunidades garífunas y los pobladores de El Triunfo de la Cruz se hicieron un nudo para emprender la búsqueda de sus hermanos. Con caminatas, caravanas, tomas de carretera, plantones en otros sectores del país y en el exterior han demandado al Estado hondureño mayor interés y celeridad en las investigaciones. Sin embargo, el silencio ha sido lo que ha reinado en torno al misterioso caso.

La organización Fraternal Negra de Honduras Ofraneh, denuncia que en los últimos 3 años al menos unos 25 líderes que estaban al frente de la defensa del territorio ancestral han sido asesinados, por grupos criminales que mantienen sus comunidades intervenidas para el paso de la droga y la instalación de proyectos extractivos o turísticos.

Solo en el semestre de 2023, cinco garífunas han sido asesinados. El 15 de enero en las playas de Travesía, Puerto Cortés, se cometió el triple femicidio de Cristy Espinoza, Janaira y Ana Castillo, violencia que forma parte del proyecto de despojo que sufren las comunidades garífunas.

El 28 de enero, asesinaron a Ricardo Arnaúl Montero, miembro activo del Comité de Defensa de Tierra del Triunfo de la Cruz y la Ofraneh. Su cuerpo fue encontrado en las cercanías del río Gama. Bajo el mismo patrón de muerte fue asesinado el 28 de mayo Martín Morales, quien también lideraba procesos organizativos en defensa del territorio garífuna.

En entrevista a Radio Progreso el dirigente de la Ofraneh, Rony Castillo, aseguró que además de los asesinatos que están en impunidad, hay una ola sistemática de amenazas a muertes que está obligando a los garífunas a abandonar su territorio, como es el caso del Triunfo de la Cruz en Tela y  Masca, Omoa, Cortés.

El secuestro de los cuatro pobladores no es un caso aislado. El hecho violento se da en medio del litigio por el incumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde se encontró en el año 2015, al Estado de Honduras internacionalmente culpable por la violación de la propiedad colectiva de la comunidad El Triunfo de la Cruz en Tela, Atlántida y Punta Piedra en el departamento de Colón.