Don Antonio Perla es un señor muy admirado en su pueblo natal, Amapala. Es que don Perla ha salido, es un hombre de mundo. Amapala es una isla en el golfo de Fonseca al sur de Honduras, y así se siente el pueblo, aislado del mundo. Don Perla, a quien mucha gente hace caso, dice que lo único que puede desarrollar a Honduras es el plan ZEDES (Zonas especiales de empleo y desarrollo) que promueve el actual gobierno después que el economista estadounidense Paul Romer, diera una primera idea.

 

 

Según la página web de gobierno, las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), tienen personalidad jurídica, están autorizadas a establecer su propia política y normativa, creadas con el propósito de acelerar el cumplimiento de las metas del Plan de Nación y facilitar condiciones que permitan al país la inserción en los mercados mundiales bajo reglas altamente competitivas y estables. Esto mediante la adopción de tecnologías que permitan producir con alto valor agregado, en un ambiente transparente y capaz de atraer las inversiones nacionales y extranjeras que se requieren para crecer aceleradamente, crear los empleos que se necesitan para reducir las desigualdades sociales y dotar a la población de los servicios de educación, salud, seguridad pública e infraestructura que permitan una mejora real en las condiciones de vida de los hondureños.

Tomado de página web de gobierno

 

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández ha dicho que este proyecto comenzará en el golfo de Fonseca para que “en vez de ser esta una zona de conflicto, sea el comienzo de un modelo que desarrolle el país”. Y así hay muchas personas que han generado expectativas. Unir a Amapala con tierra firme y convertirla en un megapuerto con la capacidad de albergar 60 mil contenedores es un proyecto ambicioso. Don Perla lo promueve porque dice que el 90% de los empleados en estas Zedes serán nativos hondureños.

Hace un par de meses, la empresa coreana Koica donó al gobierno nacional, un estudio de factibilidad valorado en 4 millones de dólares, según el alcalde de Amapala, Santos Cruz, quien también ha participado en los preparativos de lo que sería la primer Zede o Ciudad modelo, como se le llamó en un momento. Este estudio de factibilidad aún no ha sido presentado a los alcaldes involucrados de los municipios de interés: Alianza, Nacaome y Amapala en Valle, al sur de Honduras.

Fernando García, economista quien se ha dedicado a revisar la ley de Zedes desde su primera iniciativa, concuerda con el presidente Hernández en que estas zonas serán únicas en el mundo.

García asegura que son únicas en el mundo porque nunca, voluntariamente, ningún país cedería los tres elementos fundamentales del Estado: el territorio, el poder político y la población.

“Las Zedes, conforme a su ley orgánica permiten, facultan y determinan que en ellas,  el comité de las mejores prácticas y  el secretario técnico tendrán totalmente autoridad y potestad jurídica para establecer una forma paralela a los poderes del Estado y una intromisión directa al Poder Judicial en base a sistemas jurídicos que no son propios de Honduras, particularmente del Common Law del sistema anglosajón con lo cual vemos que se violentan los elementos fundamentales de un Estado democrático de derecho: la población, el territorio y la forma de gobierno”, explica el economista.

Otra preocupación que embarga a la ciudadanía es el tema de la expropiación y despojo de sus tierras. La ley orgánica faculta al comité de las mejores prácticas (el mini gobierno) para que expropie el terreno de particulares, a través de varias estrategias, una de ellas los impuestos que podrán ser determinados por este comité. También este comité podrá determinar zonas de ampliación sin pasar por la aprobación de los poderes del Estado de Honduras.

El plan SUR

Un equipo de Radio Progreso se trasladó a los municipios donde las primeras ZEDES serán instaladas y pudo observar la pobreza extrema en la que estas comunidades viven, en medio de un sistema de explotación en un territorio sumamente rico.

El plan ZEDES no es aislado de la problemática que por décadas vive el sur de Honduras. El potencial de esta zona es lo que ha llamado al gobierno junto a la empresa privada y trasnacionales a proponer una primera Zede en Valle y Choluteca. El potencial del sur no solo está en la producción melonera, salinera o camaronera, también en el sur hay minerales codiciados por la gran industria y todo se conecta.

Municipios como El Corpus, donde históricamente la actividad económica ha sido primordialmente la minería se convierten ahora en territorio listo a concesionar y ha venido a agudizar la conflictividad social. En las minas del Corpus no existen las condiciones laborales, ni siquiera el derecho a un trabajo digno ni a la salud. Son cientos de mineros que trabajan picando piedra 24 horas seguidas. Antes eran esclavos de un terrateniente, tras la tragedia de los 11 mineros soterrados, trabajan independiente pero con igual o peores condiciones. Estos mineros le llevan la broza a los dueños de los molinos llamados “rastras” que en San Juan Arriba son alrededor de 160, donde según las autoridades se genera la mayor contaminación ambiental.

En El Corpus se visualiza todo un sistema de explotación. La comunidad no vive si no es de la minería. Ahora la comunidad se enfrenta a una nueva amenaza, la concesión de su territorio. La comunidad ha pedido a los gobiernos apoyo, capacitaciones, sin embargo han sido ignorados, ahora temen que si llegan las alianzas público- privadas, ellos sigan siendo esclavos pero de otros personajes.

La franja de oro en Centroamérica atraviesa el sur de Honduras. Allí donde está El Corpus en Choluteca y donde está El Tránsito en Valle, comunidad que se ha opuesto a la minería

En el sur, como en el resto de Honduras hay miles de personas organizadas en contra de estos proyectos y en vez de generarse condiciones para la consulta al pueblo o un dialogo en el que los planes para el desarrollo sean construidos de acuerdo a la realidad e incluyendo a las personas más empobrecidas, lo que se agudiza es la violencia y la represión.

Compartimos con ustedes un documental que recogió las diversas opiniones sobre este plan que comenzará en el sur pero se expandirá a las zonas del país más paradójicamente ricas pero empobrecidas a la vez.