Nuestra palabra
Viernes, 14 de Diciembre 2018

“Crónica de una muerte anunciada”

Esta semana se reconoció públicamente el fracaso del diálogo nacional, convocado a sugerencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos después de reconocer el fraude electoral y avalar al régimen de Juan Orlando Hernández.

El facilitador del diálogo afirmó y citamos “Quiero compartir con ustedes una frase: esa es que hoy ha concluido el diálogo político, ha concluido sin acuerdos. Hay 169 consensos que pudieron haber escalado a la categoría de acuerdos políticos, eso no se dio…” El entusiasmo de Igor Garafulic terminó con la misma ingenuidad con la que comenzó, tienen 169 consensos que no sirven para nada.

Desde Radio Progreso hemos insistido que el diálogo era el principal instrumento para pacificar el país y consolidar la dictadura. Desde el momento que el autor de la crisis política se convirtió el principal convocante, el fracaso estaba garantizado porque era imposible llegar a consensos sobre la ilegalidad de la reelección, el fraude electoral y los asesinatos cometidos por las fuerzas armadas del Estado.

Diez meses después de circo político los resultados son muy positivos para Juan Orlando Hernández: la oposición está dividida y debilitada, la población está desmovilizada y los criminales siguen conduciendo el Estado. Al menos, la etapa de los tontos útiles ha terminado.

A pesar de las ganancias del régimen con el diálogo, cierra el año con la mayor pérdida de legitimidad de los cinco años que lleva en Casa Presidencial. Las caravanas de los migrantes mostraron al mundo que huyen de la violencia, el hambre y la corrupción que vive el país; la captura de su hermano y la definición de los Estados Unidos como uno de los narcotraficantes más fuertes de Centroamérica muestra al mundo que su lucha contra el narcotráfico es pura paja; y el testimonio de Fernando Suárez ubica a JOH como el cabecilla de estructuras criminales que han saqueado el Estado hondureño.

Ya no hay tiempos ni espacio para engaña bobos. Hoy más que nunca tenemos que unir fuerzas todos los actores políticos, sociales, económicos para presionar hasta lograr la salida de Juan Orlando Hernández. Muchas son las heridas que están desangrando al pueblo hondureño y cualquier posibilidad de sanarlas pasa por recuperar la institucionalidad. Y debemos recuperarla para asegurar que nunca más nuestra historia se sintetice en un narcocorrido como creativamente lo han cantado los Polirrateros del norte.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net