Gracias pueblo hondureño

Era los últimos años de la década de los cincuenta y nacía la frecuencia de Radio Progreso, en Santa Rita, en el departamento de Yoro fue su inicio. Eran los años de la gran gesta histórica de los obreros y obreras. En ese ambiente se fue estableciendo lo que décadas más tarde sería un proyecto con raíces en las necesidades y realidades de la gente.

Entrada la década de los sesentas, hubo que saber sortear las políticas de la bota y el fusil. Golpes de Estado, Juntas Militares, guerras de fútbol, la ofensiva de la Alianza para el Progreso y el comienzo de la ebullición de distribución de tierras para el campesinado hondureño. Así, la antañona Radio Progreso, empezaba su andar y empatía con las clases desposeídas y excluidas del país.

Ya para la década de los setentas, la realidad de violaciones a los derechos humanos de las grandes mayorías, se hacía cada vez menos tolerable por parte de la sociedad nacional e internacional. Es en ésta década que la dirección de la radio pasa a manos de la Compañía de Jesús y toma con alegría el compromiso de ser “la Voz de Los Sin Voz”. El huracán Fifí, las masacres de campesinos y campesinas a manos de los militares, la Revolución Sandinista y los asesinatos de Rutilio Grande y Guadalupe Carney, fueron hechos que marcaron la vida y misión de la Progreso.

Soplaban los aires de transición de poder de manos de los militares a manos, supuestamente de los civiles, lo que daría pie a una era democrática, con ello, la radio Progreso se encuentra con el asesinato de Monseñor, hoy San Romero, a inicio de la década, la instalación de la última Asamblea Nacional Constituyente en el país, las operaciones del sangriento Batallón 3-16, la caída del Muro de Berlín y el asesinato de los Jesuitas y sus colaboradoras, en El Salvador. Aquí se consolida aquel slogan de  “la Voz de un Pueblo en Marcha”.

Los noventas, comenzaron con los programas de ajuste estructural y la famosa modernización del Estado a cargo de Rafael Callejas, pero también en esta misma década Radio Progreso, junto al pueblo hondureño, tiene que ser testigo de dos fenómenos socioambientales, que marcarían los siguientes años: la aparición de las primeras expresiones de maras y pandillas y el huracán Mitch. Se cierra esa década con Carlos Flores Facussé, quien no supo aprovechar la oportunidad de encaminar el país en un verdadero proceso de desarrollo humano y digno.

Comenzado el nuevo siglo, Radio Progreso avanza en acompañar las luchas sociales y populares. El contexto de esa década recoge las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio, pero también somos testigos de las luchas en contra de la privatización del agua, las luchas magisteriales, las luchas anticorrupción y la ruptura del Estado de Derecho, con implantación de la bota y el fusil que termina con un Golpe de Estado. Aquí nos convertimos en un solo cuerpo con nuestra hermana pequeñita Alegría FM, saltamos a la era digital y seguimos renovando el compromiso de fe y justicia, con los nuevos rostros y voces: las mujeres y juventudes, y así somos “La Voz que está con Vos”.

La segunda década de este siglo, nos mete en el camino de las nuevas generaciones que demandan el respeto de los derechos humanos, nuevas reglas del juego democrático y las luchas por la recuperación de lo público, las movilizaciones de indignados e indignadas dispuestos a derribar los muros de corrupción e impunidad. En tiempos de gobernantes ilegítimos e inconstitucionales, de mafias y narcogobiernos, de fraudes electorales y caravanas de migrantes; Radio Progreso vuelve a renovar su compromiso por la alegría, la dignidad y la soberanía de un pueblo que sigue andando con las manos llenitas de esperanza y amor. Gracias al pueblo hondureño por dejarnos ser parte de su historia, de sus sueños, de sus tristezas, pero sin duda, de sus alegrías.