Nuestra palabra
Sábado, 21 Julio 2018

Diálogo Político Ciudadano

Está claro que en Honduras hay dos tipos de diálogo. Está el diálogo que propone el gobierno y el Partido Nacional, encabezados por el cuestionado presidente, Juan Orlando Hernández y su comitiva, una propuesta muy estructurada y calcada para aparentar un diálogo de cambios pero sin tocar los verdaderos detonadores de la crisis, sus raíces y sus consecuencias.

También está el diálogo que proponen los llamados sectores de oposición, en el que plantean sus propias demandas, todas vinculadas al tema electoral y la disputa del poder político. La propone una oposición dividida sin la participación de un actor tan importante como el partido Libertad y Refundación, Libre, que decidió, desde el comienzo, retirarse de la preparatoria del diálogo denunciando que tal y está planteado se convierte en una trampa y en un instrumento que busca legitimar la usurpación del poder.

Y en esas disputas hemos estados en los últimos siete meses. Pero ¿han reflexionado estos políticos, tanto del oficialismo como de la oposición, qué es lo que en realidad quiere el pueblo hondureño?, ¿por qué en estas discusiones no se toma en cuenta el sentir y pensar de la población?, ¿por qué, si se van a tomar decisiones que afectan a toda la nación, no se le consulta a la ciudadanía?

Hay asuntos tan delicados para el país como por ejemplo la reelección presidencial o también, yendo más allá, la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para construir nuevas reglas del juego donde dichas reglas sean aceptadas, respetadas y cumplidas por toda la sociedad hondureña.

Son dos temas en los que muy difícilmente los políticos podrán llegar a acuerdos, y si llegaran a lograrlo, sería sin consultar con la ciudadanía, significaría postergar por más tiempo esta crisis política que ha tenido sus puntos más altos con el golpe de estado de 2009, el saqueo del Seguro Social en el 2015 y el robo electoral de noviembre de 2017.

Cualquier diálogo que sea convocado desde las cúpulas políticas tendrán siempre como fin principal la negociación para la repartición del poder, se tomarán decisiones en nombre del pueblo pero a espaldas del pueblo. Un verdadero diálogo necesitará tener, como obligación esencial, la participación activa de la población.

Necesitamos un diálogo político ciudadano en el que la gente decida temas que se tienen que discutir, presionando para que se tomen las mejores decisiones respetando los derechos humanos y los principios de la democracia y el estado de derecho. Si no es así, cualquier intento de diálogo, será un fracaso más en la historia política de Honduras.

Escuchar y descargar Nuestra Palabra
Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net