

Si hay lucha hay esperanza
Es la consigna que está moviendo a miles obreros en Estados Unidos, quienes han tomado la iniciativa en la defensa de sus derechos laborales. Son trabajadores de fábricas de vehículo, en empresas de encomiendas y hasta obreros de comidas rápidas.
El fenómeno rompió el cerco mediático y se están conociendo más datos sobre la lucha. Es destacable que los trabajadores y trabajadoras que están en primera fila de lucha son jóvenes, en promedio de 25 años, conocidos como la Generación Z. Según expertos es la generación que creció escuchando que iban a estar mejor que sus padres y la realidad fue otra, y son los mismos que sufrieron de primera mano la crueldad del capital en plena pandemia.
Las empresas buscaron desgastar a los huelguistas, en otros casos ofrecieron bonificaciones, pero soportaron la presión, los chantajes y están ganando la lucha por mejorar sus condiciones laborales y algunos están avanzando en la organización sindical.
Los jóvenes huelguistas están ganando la batalla mediática. Las empresas encuestadora destacan que el 71 por ciento de la población estadunidense aprueba los sindicatos y a fines de agosto, el Departamento del Tesoro publicó un informe que muestra que los sindicatos fueron buenos para la economía, a renglón seguido la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, escribió que la sindicalización “puede contribuir a revertir el marcado aumento de la desigualdad que hemos visto en décadas recientes, al promover el crecimiento de toda la economía”.
La crisis de los trabajadores en ese país, es la misma tragedia de los trabajadores hondureños, llevamos tres décadas en que la legislación solo ha favorecido a los empleadores, como ha ocurrido con las empresas maquileras, donde tenemos la mayor extracción de fuerza laborar a cambio de salarios de hambre.
Es momento de reorientar las dinámicas económicas del país, es tiempo para una mejor regulación de la economía, para promover inversiones que mejoren las condiciones laborales y ambientales. Es tiempo para que los grandes capitales pague los impuestos que le corresponden, la Ley de justicia tributaria es una iniciativa que no debe tener marcha atrás.

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