| Lunes, 21 Agosto 2023 |  |
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Guatemala es corazón
En una Centroamérica con su democracia herida de muerte, Guatemala emerge con su esperanza maltrecha, pero con su corazón puesto en una nueva apuesta por hacer frente a una élite que ha manejado el Estado desde la corrupción y la impunidad.
Con el abstencionismo de un 57 por ciento de los electores del padrón electoral, Bernardo Arévalo alcanzó cerca del 60 por ciento de los votos escrutados por encima del 36 por ciento de su contrincante, Sandra Torres, por el partido Unidad Nacional de la Esperanza, UNE.
Los votantes se acercaron a las 24 mil urnas electorales a lo largo del día 20 de agosto en un ambiente de calma, tranquilidad y con un prudente entusiasmo, muy propio de un pueblo que prefiere guardar sus sentimientos por su larga historia de engaños y racismo conducido por reducidas élites acostumbradas a expoliar a despreciar y humillar al 80 por ciento de población indígena maya extendida a lo largo del territorio guatemalteco.
El mayor reconocimiento en esta contienda electoral se lo adjudica el Tribunal Supremo Electoral, con un proceso impecable, comenzando con la organización de los centros electorales y con un sistema de conteo que a la hora de haberse cerrado la votación, más del 50 por ciento de las mesas electorales habían sido escrutadas. A las dos horas el Tribunal Supremo Electoral informó en conferencia de prensa que el 96 por ciento de las mesas electorales ya estaban escrutadas, y con su informe establecía la tendencia definitiva del rotundo triunfo de Semilla con Bernardo Arévalo sobre UNE con su candidata Sandra Torres.
La suerte quedó echada en Guatemala con las elecciones celebradas en su segunda vuelta. Queda la incertidumbre si quienes conducen el Pacto de Corruptos aceptarán los resultados o si evitarán que la sociedad guatemalteca experimente algo de la primavera política por la que se decidió a través del voto. La vigilancia nacional e internacional será absolutamente necesaria.
Es una oportunidad por la democracia, por un nuevo camino que nadie duda será escabroso y cuesta arriba. Por ahora, es merecido que entre tantas dudas y atropellos el pueblo tiene muy merecido cantar con los versos del cantautor venezolano quien a comienzos de la década de los ochentas del siglo pasado nos llenó de emoción y esperanza con su canción “Guatemala es corazón”.
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