Diálogo político

Nadie en su sano juicio renuncia al diálogo como una salida pacífica a los conflictos. Pero el diálogo también debe ser una herramienta diseñada en igualdad de condiciones para que todos los actores involucrados participen, se hablen todos los temas, sobre todo se discutan los temas reales que dieron origen a la crisis o al conflicto. ¿Es lo que pasa actualmente en el diálogo político que se celebra en Honduras?

Sin duda que uno de los elementos para que un diálogo tenga éxito es la participación de todos sus actores. En el diálogo político de Honduras participan Salvador Nasralla y sus representantes, el Partido Liberal y su comitiva, y el Partido Nacional con todos sus invitados. ¿Y Libre?, está fuera del diálogo político porque dicen que no creen en el mismo y le apuestan a que ése diálogo fue diseñado para beneficiar al Partido Nacional.

Los temas planteados están diseminados en cuatro mesas: Mesa de Crisis pre y post electoral, mesa de Derechos Humanos, mesa de Reformas constitucionales del Estado de Derecho y mesa de Reformas Electorales. Los temas ¿son todos los están?, ¿falta alguna?, ¿sobra alguna?, si es un diálogo político pues entonces desde ya hay límites en la temática.

Si nos centramos únicamente en el Diálogo Político, los temas centrales están vinculados a dos: reelección presidencial y fraude electoral. En ambos temas los puntos de vista de los actores políticos son contrarios e innegociables. Aunque esos son los puntos primordiales y esos son los puntos por los que hay que iniciar el diálogo, la clase política hondureña debe tener la capacidad de entender que el fraude electoral y la imposición de la reelección presidencial tienen raíces profundas que no están planteadas en los temas que se están discutiendo en las mesas del diálogo.

¿Pero hasta dónde llegará este diálogo?, ¿dejará como resultado del diálogo político el adelanto de las elecciones?, ni los propios actores políticos lo saben, es el deseo de Salvador Nasralla y el Partido Liberal, pero nadie tiene la certeza de lo que pueda lograrse en dicho diálogo.

Dicen que la por víspera se conoce la fiesta. Muchos sectores y voces acreditadas en el país señalan que este diálogo nació muerto porque está sentado sobre la sospecha y la mentira, y aseguran que la mentira tiene patas cortas, por lo que se avizora que este diálogo no llegará muy lejos.