La juventud y la política
En un conversatorio sobre la realidad nacional con estudiantes del último año del Instituto Perla del Ulúa, les presentamos los datos del sondeo y cuando hablamos sobre el escaso interés de los hondureños y hondureñas por la política sonrieron y creció un murmullo en el salón. Y no es para menos, ya que el 73 por ciento de la población no tiene interés por la política, cuando hacemos el cruce por edad, a los jóvenes es a quiénes menos le interesa.
Después del murmullo se organizaron dos grupos, a uno se le preguntó las razones del por qué no les gusta la política y al otro se le preguntó sobre qué tendríamos que hacer para generar interés por lo político en las juventudes. La plática arroja pistas para los adultos y sobre todo para los conductores de los partidos políticos.
En primer lugar, los estudiantes identificaron la tradición partidaria en las familias como generador de desinterés en los jóvenes, porque no los dejan opinar o no se toma en cuenta su opinión en las discusiones familiares sobre los partidos políticos o sobre temas de país. Argumentan que la marginación en la familia, también la sienten en los partidos políticos, solo los buscan para hacer bulto o para pegar afiches, pero no los ven como sujetos políticos.
En segundo lugar, los jóvenes también identificaron su nivel de responsabilidad. Afirmaron que como jóvenes delegan su responsabilidad sobre temas de participación política en los adultos, y esto termina reforzando la visión adulto centrista de la política y el distanciamiento de las juventudes de la política.
En tercer lugar, los jóvenes hacen una relación inmediata entre la política y los que conducen los partidos políticos, perciben la política como algo sin esperanza, sienten que nada bueno puede venir de ahí. Esta visión de la política de estos adolescentes está en sintonía con la distancia que hay entre la sociedad hondureña y los partidos políticos.
Según estos jóvenes, para atraer a los jóvenes a la participación política es importante que en las familias, en la escuela se le hable de política, hay que vincularlos desde niños con la política porque ya de adultos es difícil cambiar; proponen abrir avenidas reales para la participación de la juventud, no solo que los escuchen, sino que la juventud sea un actor estratégico en las decisiones del país; y finalmente los jóvenes proponen acercarles la política de manera creativa y aprovechar la tecnologías en las que se mueven. Estamos en tiempos urgentes para la escucha y el diálogo intergeneracional y establecer consensos donde los jóvenes asuman un papel protagónico.
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