La periodista mexicana, Marcela Turati, impartió un taller sobre la cobertura del dolor en el marco delForo Centroamericano de Periodismo realizado en San Salvador y organizado por el periódico digital El Faro.net. Turati es la cofundadora del espacio web Periodistas de a pie, un colectivo de periodistas mexicanas que buscan nuevas narrativas para contar la violencia de Latinoamérica.

Quince periodistas jóvenes recibieron el taller donde se habló de la importancia de repensar nuestro trabajo como periodistas, de cómo estamos aportando a que la sociedad se paralice del miedo o por el contrario, a que se mueva en búsqueda de soluciones. Además de cómo cubrir en nuestros países tantos hechos de dolor, nos afecta emocionalmente como comunicadores y esto luego se plasma en nuestros trabajos.

“Es bien importante que los periodistas de cualquier región estemos preparados para cubrir el dolor, a todos nos toca. Tenemos que estar preparados para hacerlo de una manera humana, respetuosa  y que no deje a la sociedad fijada en el horror, que no victimice a las víctimas y que nos muestre que se puede hacer algo para cambiar toda esta violencia”, Turati lo llama el periodismo de lo posible.

Sin embargo, fue muy enfática en no omitir el dolor en nuestras publicaciones. Hay que contarlo, pero bien y con una mirada amplia. “Hay que cuidar de no forzarlo, hay que contar el dolor, el impacto de los hechos violentos pero sí hay que buscar, en esta región que parece no tener solución, qué han hecho otros países, o espacios organizativos que han hecho algo que nos da luz para buscar soluciones porque si no es un trabajo incompleto el que hacemos de solo contar malas noticias, hay gente construyendo futuro y los periodistas contribuyen a esa sensación de impotencia y desesperanza que paraliza a la sociedad”, dijo a Radio Progreso.

Jóvenes periodistas de Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Uruguay, Nicaragua y Cuba participaron en este taller de tres días en el que ahondaron en sus propias emociones, contaron sus experiencias y aprendieron herramientas para avanzar a ser más creativos como periodistas, a contar historias que impacten positivamente en una sociedad que ha callado por mucho tiempo.

“Preguntas como: ¿Cómo acercarse a una víctima? ¿Cómo hacer bien el trabajo? ¿Cómo no poner en riesgo a las víctimas o sobrevivientes? El tema de la culpa, de que los periodistas creemos que somos rescatadores y al no poder hacerlo nos frustramos. ¿Cómo puedo narrar la violencia en sociedades donde llevas todos los años contando lo mismo y sientes que te repites? Las preguntas son muchas de acuerdo a sus preocupaciones diarias”, dijo.

Marcela nos dio tranquilidad, nos mostró en estos tres días que somos muchos los que queremos hacer las cosas bien y que somos humanos sobre todo. Repensar el periodismo en esta región es modificar ese espejo que hemos venido siendo para la sociedad, las miradas deben ampliarse y el periodismo debe construirse colectivamente.

“Cuando nos mecanizamos nuestro trabajo pierde sentido, hay necesidad de darle oxígeno a la sociedad y a ti mismo y se sacia viendo otros ángulos, otros abordajes. Siempre se agradece, la sociedad agradece que le muestres otras ópticas del mismo problema”, concluyó.

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