El pasado 02 de mayo, el periodista Félix Molina, fue víctima de un atentado criminal en el que resultó herido de cuatro impactos de bala dirigido a sus dos piernas. El acto criminal estuvo presidido por un supuesto intento de asalto en el mismo sitio donde fue atacado a disparos.

Los hechos se registraron en el semáforo del Hotel Clarión en el bulevar Centroamérica en Tegucigalpa. “Yo no quiero pensar que una familia de banqueros, no quiero pensar que una institución como las Fuerzas Armadas tengan que usar gatillero o delincuentes comunes o delincuentes organizados para amedrentarlo a uno, no, no quiero pensar eso, eso sería muy mal aceptarlo, sería muy triste además asumirlo” declaró en un reciente entrevista a Radio Progreso Félix Molina.

Radio Progreso (RP) dialogó con Félix Molina (FM), miembro de la Asociación de Medios Comunitarios de Honduras, AMCH, en la primera entrevista que ofrece después del atentado criminal.

RP. ¿Es sobreviviente de la delincuencia común o del sistema que busca callar las voces críticas?
FM. Creo, honestamente, que de ambos, porque la situación en Honduras se ha vuelto tan precaria para casi todo el mundo que no puede tener un chaleco antibalas, un vehículo blindado, un militar, un policía como escudo, pero es una situación que en general afecta a toda la comunidad mundial.

RP. ¿Cómo fue el día que sufrió el atentado?
FM. Era un día feliz, era un día alegre, era un día feriado. Lamentablemente el 01 de mayo fue pasado para el lunes que suele ser un día desafecto, un lunes a casi nadie le gusta. Ese 02 de mayo era todo libre en Tegucigalpa. Curiosamente había muchos sitios abiertos de modo que uno podría entretenerse, comer algo y tener una sensación de ciudad habitable, el tráfico era suave. Eso fue así hasta las 12:45 del mediodía.

RP.  Y luego, ¿qué pasó?
FM. Yo viajaba a producir y transmitir un programa de radio en una colonia de Tegucigalpa, en Las Colinas precisamente. Y allí, en medio de los malabaristas, de los vendedores de aguacates, de los limpiadores de vidrios, de esos jóvenes que venden de todo en los semáforos de este país empobrecido, aparecieron también hombres que no tenían vacaciones junto a una mujer de apariencia rubia, de tez blanca, con un arma y allí empezó a cambiar mi día porque me asustaron. Fue curioso también como un taxista hábil convirtió un intento de robo de celular o de ataque a mi persona en un acto casi heroico.

RP. ¿Qué hizo luego de pasar esta experiencia?
FM. Yo hasta me olvidé del incidente porque en mi vida como periodista trato que la sociedad no conviva con el miedo, he procurado siempre en los espacios públicos que he dirigido ser combatiente de la cultura de la muerte, porque ese es un mal negocio para la solidaridad, para la convivencia humana. El miedo es el peor de los mecanismos que usa el sistema capitalista para competir, para generar bienes y servicios. Entonces me olvidé que había sufrido un intento de ataque.

RP. ¿Cómo recibió los disparos en sus piernas?
FM. Después de unas 5 horas, ese mismo día 02 de mayo, tipo 6:45 de la tarde, curiosidades de la vida, ese día queda marcado definitivamente en mi calendario porque en el mismo lugar, en el mismo semáforo, justo allí, ya sin menos opciones que al mediodía, fue un taxista en la tarde-noche amedrentado, lo llamo yo taxista “llorón” pero no lo juzgo porque es una reacción frente al miedo. Y estos atacantes, uno de los cuales yo vi claramente, hacen contacto visual conmigo, me reconoce y dice la frase intimidante “ahora de ésta no te escapas, hijueputa”.

RP. ¿Qué hizo usted?
FM. Yo intenté abrir la puerta del taxi cuando por instinto natural siento que dos personas se aproximan con movimientos rápidos e intimidantes hacia vos, yo recibo esa energía.

RP. ¿Era el mismo atacante del mediodía?
FM. Siento que uno de los dos hombres que me atacaron en la tarde-noche era participante del evento de las 12:45, porque me dijo eso, yo me sentí reconocido por él, es como “ah en la mañana te fuiste, en la mañana te nos escapaste, pero aquí estás de nuevo”. Es algo tremendo sentirte acorralado, sentirte reconocido y atacado al mismo tiempo, es intimidante.

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RP. ¿Cree que lo querían asesinar o sólo intimidarlo?
FM. En este escenario de país descompuesto, hay tantas maneras de enviar mensajes unos grupos a otros. Yo me estoy sintiendo como una especie de mensajero porque si la intención hubiera sido matarme era tan fácil dispararme en otras partes del cuerpo. Pero me dispararon en las piernas donde también pudiera ser un disparo inocente, así lo pensaba yo, pero cuando veo en la anatomía humana que allí pasan venas importantes, nada menos que la arteria femoral que está conectada directamente al corazón y a las extremidades inferiores y que basta tocarla para un desangrado casi inmediato, pues desde ahora para adelante consideraré disparos a las piernas como disparos mortales.

RP. ¿Cuál es el mensaje que puede descifrar?
FM. Es que hay una dinámica paralela al Estado que tiene armas, que tiene territorio donde opera, que tiene logística, pólvora, armas, que tiene, hasta ahora, impunidad. Por tanto, para qué conjeturar más, sólo deseara pensar que no sea por lo que uno dice o por lo que uno deja de decir, pero de todos modos es peligroso lo que hacen abogados, defensoras mujeres, jóvenes, lo que hacen transportistas, lo que hacen cuadros visibles de la diversidad cultural y la diversidad sexual, y es peligroso lo que hacemos los periodista en un país así.

RP. ¿Qué vinculación tiene este atentado con su posición ante el asesinato de Berta Cáceres?
FM. En mi perfil público de Facebook, todo el 02 de mayo lo dediqué al tema de Berta Cáceres, de hecho, sentía una especie de celebración discreta de que el Estado de Honduras hubiera sido capaz de entregar a dos militares en condición de retiro, a un oficial del ejército activo con amplia formación en los Estados Unidos como proveedor de información y probablemente como proveedor de armas a sus ex colegas con quienes seguramente mantienen espíritu de cuerpo. Pues lo escribí que era extraordinario que el Estado decida investigarse y castigarse así mismo. También me ocupaba del perfil de los ejecutivos de la empresa.

RP. ¿Será eso suficiente razón para atentar contra su vida?
FM. Yo no quiero pensar que una familia de banqueros, no quiero pensar que una institución como las Fuerzas Armadas tengan que usar gatillero o delincuentes comunes o delincuentes organizados para amedrentarlo a uno, no, no quiero pensar eso, eso sería muy mal aceptarlo, sería muy triste además asumirlo.

RP. ¿Quiénes están interesados en atentar contra su vida?
FM. Es una pregunta difícil de contestar, porque a veces ni conocemos todos nuestros enemigos o no conocemos a las personas que entran en desafecto con la comunicación o el periodismo en redes.

RP. ¿Qué piensa de la ley de protección a periodistas, comunicadores, defensores y operadores de la justicia?
FM. El Estado de Honduras llegó en mayo de 2015, bajo la presión de la comunidad internacional a la aprobación rápida de una ley, cualquier ley, que se llama eso que usted ha dicho, que involucra tantas categorías como periodistas, comunicadores que está bien, pero operadores de la justicia, es decir una ley para proteger a los policías, a los jueces, al mismo tiempo que a los defensores de derechos humanos, es un título excesivo, extraño y ya imposible de decir en una sola emisión de voz, ya desde allí la ley es un problema. Pero el problema mayor es que intenta implementar un mecanismo nacional de protección sin tener todavía el reglamento de la ley.

RP. ¿Cómo valora usted del tratamiento que el gobierno da a la seguridad pública?
FM. Predomina la insensibilidad, la indiferencia, predomina esa idea “tonta” de que la seguridad es un asunto que se resuelve con policías y con el ejército. Esa idea perversa que saca el tema de la violencia del terreno de la salud pública y lo coloca en el terreno de las fuerzas militares y policiales, y se ve en el presupuesto de la nación. Es horrible como el presupuesto de militares y policías está por encima de la salud pública y de la educación. Tenemos que usar almáganas para romper esta tremenda estupidez de la élite política, militar y social hondureña, y volver por los caminos de la comprensión simple y sencilla. No podemos poner la pólvora y las armas por encima de la dignidad humana.

RP. ¿Qué hará Félix Molina después de lo que le ha pasado?
FM. Bueno, ya lo estoy haciendo. En mi postura militante de no ceder al miedo, de no admitir que los cadáveres son la agenda cada día en HCH, en Canal 6, en Corporación Televicentro, en Canal 11, el no aceptar que los cuerpos de mis semejantes, hombres y mujeres, niñas, niños, jóvenes, el no aceptar que esas imágenes son la presentación de Honduras me está obligando, incluso, a medio caminar con mis heridas medio sanando sin dejar de hacer lo que tengo que hacer.

Le invitamos a escuchar Entrevista completa con periodista Félix Molina: