Otra jornada represiva se ha registrado este viernes en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras tanto en Ciudad Universitaria como en Valle de Sula. Un total de seis personas heridas se reportaron en Tegucigalpa luego del desalojo violento de la Policía Nacional en el edificio de Química y Farmacia a estudiantes que protestaban contra la criminalización. De la misma forma ocho jóvenes fueron detenidos, seis en la capital y dos en San Pedro Sula.
La actividad violenta comenzó en la sede de la Universidad en la zona norte, los estudiantes se tomaron la noche del jueves 15 de junio el centro regional en solidaridad con 20 estudiantes que comparecieron a los juzgados de Tegucigalpa acusados de tomarse el edificio administrativo el pasado 24 de mayo, en ese sentido anunciaron un cierre del centro de 24 horas las que se cumplían en horas de la noche del viernes. Sin esperar el plazo anunciado, las autoridades solicitaron ante el Ministerio Público que se desalojara el centro y se capturara a los manifestantes.
El primer aviso de desalojo fue a las dos de la mañana, cuando un grupo de seis patrullas junto a la fiscal Erika Casco amedrentaron a estudiantes para que soltaran el centro, los alumnos pidieron la orden de desalojo la que nunca fue presentada y en ese sentido extendieron un plazo de cuatro horas para proceder al desalojo a las seis de la mañana.
En punto de las seis, la misma cantidad de patrullas y la fiscal regresaron a la universidad y sin presentar orden de desalojo interrumpieron por la fuerza en los portones del centro y entraron para arrestar a los estudiantes, en ese episodio dos alumnos fueron trasladados a la primera estación de la Policía Nacional.
Las personas capturadas son: Daniel Morales estudiante de Matemáticas y el estudiante de la Universidad Nacional Pedagógica Francisco Morazán Dorian Manuel Lara Suazo, quien está elaborando su tesis sobre movimientos sociales y cuando fue el desalojo, llegó a tomar fotografías y por no portar identificación fue sometido a los tribunales.
Ambos se encuentran detenidos en la Primera Estación a la espera de las acusaciones de la fiscal Casco. Los sucesos se dieron sin la presencia de defensores de derechos humanos, ni del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.
Todo ocurrió a primera hora. Al transcurrir el día 20 estudiantes acusados de usurpación se presentarían audiencias, ante esto el Movimiento Estudiantil Universitario, MEU en Tegucigalpa se movilizó a lo interno de Ciudad Universitario para protestar en contra de la medida. Cuando se desplazaban hicieron un plantón frente al edificio de Química y Farmacia, fue en ese instante cuando las autoridades llamaron a la Policía Nacional y Militar para que desalojaran de inmediato.
Atendiendo a la solicitud los uniformados llegaron al centro e ingresaron apropiándose del edificio y posteriormente lanzando bombas lacrimógenas contra los manifestantes afectando no solo a los estudiantes sino a pacientes del área de Odontología de la universidad, quienes se encontraban en cirugías menores en ese momento.
En esa acción policial hubo seis heridos, entre ellos mujeres y hombres quienes fueron afectados por un vidrio que se quebró por las acciones policiales, asimismo una persona se desmayó por el gas lacrimógeno. Paulatinamente a los heridos la policía detuvo a seis jóvenes.
“En un desastre se ha convertido la universidad, nadie respeta la autonomía, acá entra la policía, los militares como quieren, golpean estudiantes, capturan gente, todo con el permiso y solicitud de la rectora Julieta Castellanos”, expresó el abogado Vladimir Altamirano, defensor de los estudiantes.
Para Altamirano lo ocurrido en la universidad es una grave violación a la institucionalidad y a los derechos estudiantiles, teniendo en cuenta que el desalojo se dio sin la presencia de un juez ejecutor ni personal de derechos humanos. “No presentaron orden de desalojo, tampoco órdenes de captura, entraron por la fuerza a la universidad y por la fuerza se llevaron a los estudiantes, lo que queda es interponer una denuncia seria por abuso de autoridad”.
Daniel Morales uno de los detenidos en San Pedro Sula denunció a Castellanos: “este es un régimen, es el reflejo del país, es una dictadura, no nos dejan expresar ni defender nuestros derechos y en cambio nos criminalizan, nos meten presos, nos violentan la autonomía universitaria”, denunció Morales al momento en que elementos policiales lo subían a una patrulla para trasladarlo a la posta.
Durante el conflicto varias personas ajenas a la institución fueron retenidas, para el caso el joven Dorian Manuel Lara Suazo de la Universidad Pedagógica. “Yo fui a la universidad porque estoy haciendo una tesis sobre movimientos sociales y al ver en la televisión lo que ocurría fui con mi cámara y empecé a tomar fotos, de pronto un oficial me preguntó quién era y me pidió identificación y como no andaba me subió a la patrulla y me detuvo”, relató sobre su captura.
El director de la universidad en la zona norte, el doctor Francisco Herrera dijo que los alumnos están en el derecho de protestar pero no pasando por encima de la voluntad de los demás; es decir sin afectar el desarrollo de clases.
Herrera declaró que la actividad académica se reanudó con normalidad y que esperan que la demás población estudiantil se sume a las actividades de conmemoración del día del estudiante programadas para esta semana, entre las que figuran congresos científicos y actividades culturales y artísticas.
Antes de la protesta, Daniel Morales, quien fue detenido expresó que no hay nada que celebrar en la universidad, porque mientras las autoridades hacen fiesta hay más de 25 personas enfrentando procesos judiciales por protestar, entre ellos tres (Cesario Padilla, Moises Cáceres y Sergio Ulloa) quienes esperan una sentencia condenatoria.
“Creo que es una injusticia lo que están haciendo con los estudiantes, ellos están peleando por nuestros derechos y la rectora lejos de dialogar los mete presos, creo que es lamentable y no es una salida razonable al conflicto”, dijo un estudiante que llegó a observar el conflicto mientras se daba el desalojo en San Pedro Sula.
Desde Radio Progreso se buscó la reacción de la rectora Julieta Castellanos para hablar de las acciones que se registraron este día en la universidad, pero no respondió al llamado, tampoco lo hizo de forma personalizada el director de la zona norte Francisco Herrera quien emitió una entrevista a través de un canal interno del centro, anunciando que no daría entrevistas personalizadas por motivos de compromisos en varias reuniones.
Por el momento la crisis se agudiza en la universidad, la falta de diálogo y los procesos criminales tienen a las puertas de otro conflicto en la máxima casa de estudios.
Ante la represión, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, mediante un comunicado rechazó todo acto de violencia que ponga en riesgo a las personas y la seguridad de los bienes públicos y privados.
Herrera abogó para que tanto los estudiantes como las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) retomen el diálogo.
Enfatizó que ese diálogo debe ser abierto, inclusivo, democrático, que se sustente en lo que es el derecho humano a la educación superior de calidad y que prevea un mecanismo de prevención y solución de controversias.