La población indignada con sus antorchas ha encendido la llama que ilumina el camino para construir una Honduras libre de la corrupción y de corruptos. Para lograr ese anhelo se inició la organización de las Mesas de la Indignación con las que se busca canalizar las iniciativas, creatividades y articular las diversas demandas.

“Con las Mesas estamos propiciando un espacio que democratiza la lucha y nos llevará a la articulación nacional porque las mesas se están organizando en los cuatro puntos cardinales del país”, indicó Carina Flores, de la Mesa de la Indignación en El Progreso, Yoro.

“No es posible que el saqueo de 7 mil millones de lempiras del Seguro Social y la  muerte de cerca de 3000 compatriotas  quede en la impunidad,  por eso debemos acelerar el proceso de creación de las Mesas  en las aldeas, barrios, municipios, ciudades, regiones y luego la gran Mesa Nacional para así tener una representación democrática”, indicó Roberto Rivera, miembro de la Población Indignada en este municipio norteño.

De las consignas a la práctica 

Durante las multitudinarias protestas que se desarrollan en todo el país, la población manifestante  grita de manera contundente: “Fuera JOH”,  “renuncia JOH”, “va a caer, que va a caer”, en alusión al presidente de la República, Juan Orlando Hernández, contra quien los manifestantes descargan su furia, luego que él mismo admitiera que el Partido Nacional, que lo llevó al poder, recibió fondos provenientes del fraude al Seguro Social.

Las antorchas  han orientado las movilizaciones de miles de hondureños y hondureñas que, como consigna,  exigen  la salida del gobernante hondureño Juan Orlando Hernández y la instalación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH), debido al colapso institucional que han alcanzado todas las esferas del gobierno hondureño incluyendo el Ministerio Público y al Poder Judicial.

“Desde la  Primera Mesa de la Indignación instalada en San Pedro Sula, hemos llamado de forma urgente a todas las ciudades, municipios, pueblos y caseríos de Honduras a que organicen las Mesas de la Indignación, que reflexionemos sobre el momento histórico que vivimos e incitemos a toda la población a colaborar en la obra de libertad que recién inicia”, indicó Jimmy Bermúdez del Movimiento Indignado.

La apuesta 

La apuesta de las Mesas es seguir respetando las diversas  identidades que allí se encuentran, las formas de pensamientos para consolidarse en un solo núcleo de cambio cuyo objetivo final sea Honduras. Sin embargo indicó que desde el gobierno se le apuesta por el cansancio de las movilizaciones, a través de campañas mediáticas difundidas en todos los espacios y pagadas con nuestro tributo.

“Lo estamos viendo con el diálogo estilo monólogo, donde el gobierno solamente dialoga con sus cómplices. Ellos han iniciado  su contraofensiva, por tanto es nuestro tiempo de iniciar una nueva etapa para Honduras. Queda demostrado que para avanzar en la lucha de los indignados y las indignadas es necesaria la articulación y generación de discursos más consolidados que nos permitan dar un salto cualitativo y cuantitativo en este proceso que si bien fue espontáneo, hoy nos exige mayores niveles de organización”, manifestó Bermúdez.

“Lo interesante de lo que está pasando ahora es que hay un reclamo ciudadano que no debería confundirse con argumentos  exclusivamente de partidos de oposición, este no es solo un pleito político entre partidos, lo que está pasando en el país es realmente la expresión de un reclamo ciudadano frente al Estado donde la institucionalidad está secuestrada por el  presidente y otras pocas familias”, indicó Carina Flores.

Indicó además que esta lucha del pueblo está pidiendo al gobierno que además honre sus compromisos constitucionales de darles los servicios de salud, educación,  infraestructura, de seguridad.

Sin banderas 

“Las protestas del pueblo indignado es un hecho inédito con pocos precedentes porque es la primera vez que se da un movimiento ciudadano en Honduras, que no solo es con antorchas sino que es sin banderas políticas”, indicó Roberto Rivera.

Estas acciones son encabezadas y coordinadas  por  jóvenes que no tienen una motivación político partidista y eso podría estar mostrando un cierto nivel de hartazgo ciudadano hacía los partidos políticos, con los niveles de corrupción que se han descubierto, apuntó  Rivera.

Los entrevistados coincidieron que la única vía que los puede llevar por el camino correcto y articulado son Las Mesas de la Indignación, porque desde esta trinchera ciudadana se busca la democratización de las propuestas y acciones que lleven a la construcción de una patria con igualdad para todos y para todas.