En la capital de Honduras, quienes desde muy temprano salieron a las calles fueron los vendedores y vendedoras ambulantes o libres, que exigieron un trato humano por parte de las autoridades municipales y un alto a la discriminación que los coloca en el sector informal del empleo.

Las organizaciones aprovecharon el espacio de protesta para exigir un alto a la violencia contra las mujeres y la revictimización de las mujeres asesinadas en el país.