“Los productores de café generamos riqueza pero administramos pobreza, porque el quintal de café lo están comprando en el país a mil 100 lempiras (unos 45 dólares) pero en la bolsa de Nueva York se está cotizando a 130 dólares esto significa que nosotros los productores ponemos el mariachis, pero no bailamos ni escuchamos la música, los que la disfrutan son las mafias que controlan el negocio del café” indicó Paulino Cruz un pequeño productor del aromático de San Nicolás Santa Bárbara.
Sin embargo, según expertos, el café hondureño está entre los mejores cuatro del mundo por su alta calidad que seduce a grandes cadenas de cafeterías importadoras internacionales quienes año con año abastecen sus negocios con el aromático nacional. Los precios por cada taza de café siguen incrementando constantemente.
Paradójicamente “en la en la actualidad debido al desplome de los precios del café en el mercado internacional, los bajos precios con que se compra el grano en el país y los abusivos cobros y retenciones que hace el Instituto Hondureño de Café (Ihcafé), por cada quintal de café que vende cada productor; mantiene al sector cafetalero hondureño atravesando por una crisis económica sin precedentes”, manifestó Tomás Ramírez, presidente de la Unión Independiente de Productores de Café.
El 90% de los que producen el aromático en el país son pequeños caficultores y tienen en su poder el 70% de la producción nacional. El café es un producto fundamental para la economía nacional no solo por ser el principal rubro de exportación, si no que en teoría por su capacidad de redistribución directa de la riqueza en más de 110 mil productores y productoras de café.
Sin embargo de acuerdo a la Unión Independiente de Productores de Café, las cúpulas que controlan las organizaciones cafetaleras como: Aprocafé, Anacafé, Fondo Cafetero y la Central de Cooperativas Cafetaleras, han hecho de este rubro su principal negocio en detrimento de las personas que con mucho sacrificio lo cultivan y lo entregan para la exportación.
“El país presenta las tasas más altas de interés por impuestos y retenciones del sector cafetalero en la región centroamericana. La retención es de $9 por quintal y con las demás deducciones el monto total llega a $13.5 (equivalente a 330 lempiras por quintal de café vendido). En el país se producen en cada cosecha hasta los 7 millones de quintales de café. Imagínese usted cuánto manejan cada año la dirigencia de estas organizaciones”.
A renglón seguido Ramírez de la Unión Independiente de Productores de Café, aseguró que ha quedado evidenciado que las retenciones y deducciones arbitrarias que ascienden a más de 2 mil millones de lempiras no cumplen su objetivo porque en la práctica es un negocio de la dirigencia cafetalera que nunca ha entregado informes a los productores y productoras del grano.
“Según refiere la Ley, los pequeños y grandes productores tienen acceso a financiamientos en los bancos, avalados por las retenciones, pero no es así. Durante la crisis por la roya, la banca le ha dado la espalda a los pequeños cafetaleros y basados en eso creemos que se debe derogar este decreto”, afirmó.
Una política estatal para salir de la crisis
“Nosotros cultivamos el café por cariño, por patrimonio y por fe, porque los costos operativos se han disparado, imagínese que hace 20 años el precio del café era el mismo que tenemos hoy y los costos de producción se han disparado en un 500%. Hoy no estamos sacando ni los costos de la producción”, indicó Mauro Cruz, vocero de la Unión Independiente de Productores de Café.
“Nosotros, gastamos aproximadamente 20 mil Lempiras en mantenimiento de las fincas cada año. A eso hay que sumarle los nueve dólares del fideicomiso, más los $4.25 de impuestos que nos quitan por quintal exportado. Además los precios del grano han estado bajos. Nuestras ganancias son casi nulas. Ese dinero que nos quitan podríamos invertirlo inmediatamente en los cafetales”, expresó.
Así mismo dijo que ellos como productores no quieren que les regalen nada, lo único que piden es que no les cobren tanto impuesto y que no les deduzcan ni les retengan los 13.25 de dólares por cada quintal de café vendido. “Del gobierno lo que necesitamos es nos faciliten los fertilizantes para prepararnos para la próxima cosecha”, aseguró.
“Se dice que la baja en el precio internacional se debe a que la producción mundial de café superó de nuevo al consumo global, que creció sólo 1%. Sin embargo con que en el país se compre a un precio justo y no se nos deduzcan tanto podríamos paliar la crisis.
Por su parte Miguel Ángel Paz, productor de café indicó que en Guatemala ubicado a 5 horas de Santa Bárbara, están comprando el quintal de café a 2,500 pero como no se liberado la venta del café uno se limita a venderlos barato aquí en el país.
“Nosotros los pequeños y medianos productores del aromático nos estamos organizando en los 16 departamentos donde se producen café en Honduras, y nos estamos aglutinando en la Unión Independiente de Productores de Café, desde donde pretendemos exigir verdaderas políticas públicas para no seguir siendo productores generan riqueza y administran pobreza”, concluyó Mauro Cruz.