Sigue la huelga de hambre contra del peaje en el Valle de Sula. Son los miembros de la Mesa de la Indignación de El Progreso, Yoro, quienes de forma pacífica y debajo de una carpa destartalada, se mantienen en una huelga de hambre indefinida exigiendo se detenga la construcción de casetas de peaje a la altura de San Manuel, Cortés.
Aunque para muchas personas la huelga de hambre es una acción extrema, para la ciudadanía que se mantiene sin ingerir alimentos, es la única forma de seguir expresando su repudio contra el cobro de peaje que significa la privatización de las carreteras.
Esta semana se desarrollaron varias actividades para acompañar a las personas que participan en la huelga de hambre contra de la privatización de las carreteras. También se corrió la falsa noticia que se habían incendiado las casetas, pero esa acción se desmintió ya que la resistencia de los progreseños y progreseñas es pacífica.
Francisco Cruz, médico que voluntariamente evalúa a las personas en huelga de hambre, asegura que cada día la salud de los huelguistas se va deteriorando por la falta de alimentos sólidos. “Sin embargo, observamos que ellos están con fuerza y ánimos de continuar con la huelga», afirma el doctor Cruz.
La estación de peajes que se construye en la autopista que comunica El Progreso con San Pedro Sula, ya está construida en un 90 por ciento y se espera que en los próximos días comiencen a cobrar.
Según el diseño son seis cabinas, tres de ida y otras tres de venida. Las tarifas serán similares a las que ya se cobran en la carretera entre San Pedro Sula y Tegucigalpa, que forman parte del corredor turístico. La concesionaria Covi (sudamericana), cuenta con casetas de peaje activas en el sector de Zambrano, Francisco Morazán, y la otra es la estación Yojoa, Cortés, además otra en el sector de Siguatepeque, Comayagua.
De esta forma, los vehículos turismo y pickup (un eje) pagan dieciocho lempiras (L 19.00), en tanto que los pesados (autobuses) de dos ejes pagan setenta lempiras (L 71.00). Los vehículos pesados de tres ejes (camiones y grandes autobuses) pagan ciento cuatro lempiras (L 104.00).
En tanto que los camiones pesados de cuatro ejes pagan ciento treinta y nueve lempiras (L 140.00), los pesados de cinco ejes pagan ciento setenta y tres (L 174.00) y finalmente los vehículos más pesados y de seis ejes pagaran un total de doscientos ocho lempiras (L 209.00).
Gobierno pide a los huelguistas no oponerse al desarrollo
En el marco de la apertura de licitación pública para la pavimentación del acceso al hospital progreseño El Progreso y otras obras, se abordó a Roberto Ordoñez, ministro de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), quien pidió a los huelguistas contra el peaje no oponerse al desarrollo del país por razones políticas.
“Les hago un llamado para que se pongan la mano en la conciencia y no se opongan al desarrollo” dijo el ministro asegurando que el corredor turístico vendrá a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía en el Valle de Sula y Atlántida.
Desde el lugar de la huelga de hambre contra los peajes, Jorge Díaz de la Mesa de la Indignación de El Progreso, Yoro, se preguntó ¿cuál desarrollo señor ministro? Díaz dijo que la gente se está muriendo de hambre «y nos están quitando hasta los bienes naturales».
Jorge Díaz recordó que hace 18 años se destruyó el puente La Regina en Morazán, Yoro y no lo han construido por actos de corrupción. Además acusó al ministro Ordoñez del Insep de manipular la información para favorecer a la empresa privada, pasando por encima de las personas empobrecidas de Honduras.
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Peajes: sinónimo de corrupción
Arturo Castro alcalde de San Manuel en Cortés, afirma que los trabajos de instalación de las casetas de peaje se hacen sin que se les haya otorgado el permiso de construcción por parte de la alcaldía, por lo que la empresa constructora está trabajando de manera ilegal.
“La compañía Autopistas del Atlántico, DASA, opera de forma ilegal porque nosotros no hemos otorgado ningún permiso de operación” asegura el alcalde, argumentando que el peaje no debe cobrarse porque la población no tiene capacidad para pagarlo. Además que esa carretera ya está construida y que el gobierno no debe permitir ese asalto.
Por otro lado, el diputado del partido Libertad y Refundación, Libre, abogado Jari Dixon Herrera señala que la instalación de los peajes es un acto de corrupción ya que se han entregado las carreteras, ya construidas, a las empresas para que cobren a la ciudadanía sin invertir ni un centavo. Los peajes se han convertido en la “gallina de los huevos de oro” declaró en Radio Progreso el diputado Jari Dixon Herrera.
Más pobreza para los pobres
Las autoridades del gobierno de Juan Orlando Hernández, siguen promoviendo y vendiendo el Valle de Sula como una región turística, sin embargo su población asegura que el peaje en San Manuel Cortés, es injusto porque a San Pedro Sula a pasear no van, sino a trabajar.
En la ciudad de El Progreso, Yoro, algunos sectores empresariales comienzan a hacer cuentas y a pronosticar incrementos en el valor de los productos de consumo popular y transporte. Acciones que vendrán agudizar la precaria situación económica de la población.
Roberto Ferrufino gerente general de Transporte Unión Progreseña, afirma que habrá un impacto económico fuerte, y que no descartan un incremento en el costo del pasaje. Solo la empresa Tupsa, estará pagando en concepto de peaje anual cerca de 3 millones de lempiras. “Cantidad que no podemos asumir desde la empresa y por lógica ese valor será trasladado a los usuarios del transporte.
Por su parte Samuel Sevilla, comerciante progreseño asegura que el consumidor final será quien cargará con ese cobro de peaje impuesto por el gobierno. “Este es el peor gobierno de la historia hondureña. Cada día los pobres no pueden comer y es seguro que este peaje lo pagará el consumidor final” agregó el comerciante.
A la vuelta de la esquina está el cobro de peaje de ida y vuelta, en la autopista que une a El Progreso, Yoro con San Pedro Sula, a la altura de San Manuel Cortés, y con ello, la agudización de la precaria economía hondureña.