El diálogo recientemente desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), entre estudiantes y autoridades, y que logró acuerdos para revisar a fondo las Normas Académicas y garantizar mecanismos para la plena participación del estudiantado en los procesos e instancias de decisión, mostró a unos líderes estudiantiles que saben unir la razón con la pasión, el entusiasmo con la prudencia, la rebeldía con la inteligencia.

Por su parte, las autoridades universitarias fueron abriéndose progresivamente hacia la escucha de los demás. De ser inflexibles se fueron deslizando hacia la apertura hasta lograr acuerdos negociados.

Ese diálogo mostró que no hay temas inflexibles, que quienes tienen que flexibilizar posiciones son las partes. La experiencia del diálogo universitario deja a la sociedad hondureña una serie de lecciones para una sociedad en conflictos y ebullición.

En un análisis sobre las lecciones de este ejercicio de mediación, el ingeniero Carlos Posas, parte de la Mesa de Mediación, en representación de la UNAH dijo que es fundamental hacer una recolección de frutos que dejó este espacio, de cara a replicar en otras problemáticas que enfrenta la Honduras actual.

“En momentos donde parece que el único tema que existe es la reelección, a pesar que esto nos llevó a confrontaciones el 2009, que al parecer no hemos aprendido, la única posibilidad cuando el lazo se revienta por la parte más delgada es el diálogo.

La realidad nos indica que nadie quiere concertar sino imponer, cada sector aisladamente  imponiendo su criterio, esto nos puede llevar a la confrontación y hastiar aún más a la gente”, dijo Posas en una entrevista en Radio Progreso.

Para el mediador, el diálogo iniciado entre autoridades y estudiantes, mediante una Mesa conciliadora recoge lecciones que Honduras requiere para saber abordar unas serie de problemáticas que mantienen la polarización de la sociedad.

El padre Ismael Moreno (SJ), director del ERIC y Radio Progreso, testigo de honor en la Mesa, cree que la cátedra más importante de la Universidad Nacional en estos tiempos turbulentos, es la apertura a la realidad nacional desde la escucha y el diálogo con los que son diferentes y piensan distinto. Ese aporte a la sociedad es invaluable, y este ha sido el aporte alcanzado en estos días con el exitoso diálogo universitario.

“Un conflicto puede derivar en una oportunidad para avanzar hacia mejores situaciones, o puede derivar en confrontación, amenaza, violencia y eliminación innecesaria de adversarios. Las autoridades universitarias comprendieron que los líderes estudiantiles no pueden ser tratados como enemigos, y los estudiantes organizados comprendieron que las autoridades universitarias no son ni pueden ser enemigos a destruir”, dijo Moreno.

Temáticas 

Carlos Posas cree necesario definir una serie de temáticas en las cuales el diálogo debe primar, de lo contrario las confrontaciones seguirán ahondándose.

Posas, hace una clasificación de los temas que requieren una mediación para encontrar acuerdos básicos mínimos. “El tema agrario requiere de un diálogo, porque de fondo está la apropiación y distribución de la tierra. Otro que es necesario abordar es el uso del agua, ya que la problemática  ha cobrado la vida de habitantes en las comunidades, además de la conflictividad política electoral que vive Honduras”.

 Discusión no criminalización 

El abogado y doctor en derechos humanos, Joaquín Mejía es del criterio que el proceso de diálogo iniciado en la universidad, deja cuatro lecciones fundamentales para el país. La primera es aquella que ratifica que el diálogo es el único camino para solventar los conflictos, “todo lo desarrollado por la Mesa Mediadora es un mensaje positivo de acercamiento ante una conflictividad”.

La segunda lección que apunta Mejía, es que no se debe esperar que los conflictos se agudicen para sentarse a dialogar, se deben llegar a consensos de cara al fortalecimiento democrático del país. La tercera enseñanza es no permitir la criminalización de los que piensan distinto, “no podemos pasar el conflicto social al ámbito jurídico”.

Finalmente la cuarta enseñanza que cree Joaquín Mejía que dejó la Mesa Mediadora en la UNAH, es que las autoridades en general entiendan que una sociedad para poder hacer reformas requiere de las voces de todos los sectores.

Héctor Ulloa del Movimiento Estudiantil Universitario, MEU,  asegura que han dado un primer paso porque ya fueron escuchados por las autoridades, y sus propuestas de diálogo, la no criminalización, una mesa de intermediación y una norma académica democrática, avanzaron.

Ahora es necesario seguir con la segunda etapa del diálogo que pasa por analizar las Normas Académicas de cara a los cambios que proponen los estudiantes para el fortalecimiento de la Universidad pública.

Por ello, cree que ese diálogo abre el camino, el único para avanzar a la búsqueda de respuestas a los profundos conflictos que no se han logrado resolver en la sociedad hondureña.

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Foto: Presencia Universitaria